Capitulo 2
A
la mañana siguiente Leah despertó con una resaca monumental, no
debería haber bebido tanto, pero siempre le pasaba lo mismo, ¡en
esos malditos antros ponen la calefacción a todo trapo para que
consumas! Así que, no era culpa suya.
Mientras
se daba una muy merecida y necesitada ducha escuchó el sonido del
teléfono, como no tenían nada más que uno y estaba en la cocina,
casi se mata por ir corriendo a contestarlo.
- ¿Sí? – preguntó mientras recuperaba el equilibrio después del último resbalón.
- Leah, soy Peter Farichelli, necesito hablar contigo sobre… bueno, ya sabes – dijo su interlocutor. Peter era uno de los tres cazadores de vampiros de Chicago, era el único que ella conocía y al único que le había revelado su identidad. Él y su mujer Maggie eran agentes del FBI, pero cuando Peter deambulaba por las noches en busca de chupa-vidas, se convertía en el temido exterminador de Chicago. Trabajar para la pasma le daba alguna que otra ventaja.
- Claro, ¿Dónde y cuándo? – preguntó Leah mientras se secaba con la toalla. Estaba dejando el suelo perdido de agua.
- ¿En el Rocky Café dentro de un par de horas? – preguntó algo nervioso.
- Si, oye… ¿sucede algo? – Leah estaba cada vez más desconfiada y asustada. Sabía que Peter no sería capaz de traicionar a la comunidad ni mucho menos a ella, además, era de día y no había criaturas merodeando, pero estaba muy nervioso y ese tipo de nerviosismo emanando de un tío capaz de masacrar a doce demonios por noche sin derramar una gota de sudor o exteriorizar cualquier tipo de miedo, era un tanto… desconcertante
- Estoy bien, es solo que tengo algunas noticias extrañas y terroríficas y me gustaría pedirte tu opinión – contestó un poco más calmado.
- Allí estaré – dijo mientras colgaba el teléfono y se apresuraba a su dormitorio para calzarse sus vaqueros y sus adoradas deportivas.
Tardó
cerca de una hora en sortear todo el tráfico de Chicago, habían
cortado algunas de las grandes calles para realizar unas obras y las
calles adyacentes estaban colapsadas de vehículos. Cuando quiso
llegar a la cafetería solo faltaban diez minutos para la cita. Peter
ya estaba sentado en una de las mesas con tres cafés vacíos a su
lado. Esto no tenia buena pinta.
Leah
entró en el café como una exhalación, le pidió a Wendy, una de
las camareras que la conocían, su habitual café irlandés y
procedió a sentarse frente a Peter.
- Suéltalo, me estas asustando – le dijo enfrentando su mirada.
- Muy bien, pero no me interrumpas mientras te lo explico todo. A Maggie la han asignado un caso de lo más extraño, como ella sabe a lo que me dedico cuando no llevo la placa encima me ha confiado el informe para que lo echara un vistazo – dijo sacando de su maletín una carpeta marrón con el emblema del FBI – han estado desapareciendo niños en todo el país, mas niños de lo habitual, en un principio pensé que simplemente seria una aumento en la población de pederastas y madres desorientadas que buscan criar un bebe… después descubrí que el sesenta por ciento de los niños desaparecidos nacieron el mismo día y el mismo mes, lo único que los diferencia es el año del nacimiento – hizo una pausa y prosiguió sin soltar la carpeta de su mano – sé que hay una especie de profecía sobre el regreso de Ereshkigal, no lo recuerdo muy bien, porque son cosas de las que escuche hablar cuando era niño, pero si no me equivoco era algo así; “la sangre de su salvador nacerá el día en el que su número de tres números culmine y cuando la luna este llena” – la cita era jodidamente correcta y los pelos de la nuca de Leah se empezaron a poner como escarpias – Bueno, no se cual es el numero formado por tres números de la primera dama del inframundo, pero creo que me lo puedo imaginar. Dime cual es su número y reza para que no esté en lo correcto – le instó Peter.
- Bueno, el 666 siempre a pertenecido a Lucifer, el 616 a Nergal, el ex consorte de Ereshkigal y el numero de ella es el 313 – le dijo esperanzada de que se estuviera confundiendo. Por la cara de horror que puso su amigo supo que no se había equivocado.
- Algunos de los desaparecidos nacieron el 3 de marzo y otros el 31 de marzo, creo que ni ellos saben lo que están haciendo, es decir, las dos fechas coinciden 313. La única diferencia entre los niños, es el sexo y el año de nacimiento, pero ninguno supera los trece años – dijo hundiéndose en la silla, después. Le tendió la carpeta a Leah, ella la ojeó desconcertada y furiosa, las fotos de los chicos y sus descripciones familiares no le decían mucho más que a Peter, así que le devolvió el expediente. La camarera por fin llevo ese café irlandés que tanto necesitaba.
- Tenéis que averiguar si solo está pasando en Estados unidos o también en otros países, puede ser que nos estén tendiendo una trampa, mi tatuaje no ha funcionado nunca y se supone que si están tramando algo yo y mis cuatro compañeros seriamos los primeros en sentirlo – dijo mas convencida de lo que realmente se sentía.
- Ese es el problema, los secuestros acaban de empezar en otros países, sobre todo en Europa, además, he notado que la población de vampiros y demonios de Chicago ha ido reduciéndose de manera demasiado drástica. Me he puesto en contacto con cazadores de Nueva Orleans y Washington… ellos también han notado la falta de criaturas. Creo que se están marchando a Europa para seguir con los secuestros – Leah se quedó realmente pasmada, una sensación extraña en su corazón le decía que el cazador no se estaba equivocando en sus suposiciones.
- Mañana por la noche llamare al maestre de la comunidad – le dijo mientras agarraba su mano – si encuentras algún demonio esta noche, no le mates, tortúrale o haz lo que sea necesario para que hable. Cuando sepa algo te llamaré, por el momento no le cuentes a ningún otro cazador nada de esto, no quiero que cunda el pánico, además, por ahora estamos seguros, mi marca no se ha activado – le comentó de manera tranquilizadora – ahora me marcho, voy a investigar todo lo que pueda antes de alertar al jefe – Nadie excepto los cinco bewaarder sabía que el jefe era el abuelo paterno de Leah.
De
camino a su piso no pudo evitar pensar en sus cuatro compañeros de
armas, no pudo evitar preguntarse que estarían haciendo; que había
sido de la dicharachera Selene Dailing, de Phaul su compañero de
trastadas; del recto y serio de su amigo Hank y sobre todo del mayor
grano en el culo de su infancia, Erik Jakob. Los cinco habían vivido
en la comunidad hasta que cumplieron los doce años, el primero en
marcharse fue Hank que ya tendría veintisiete años, después fue
Selene que ahora mismo tendría veinticinco, el siguiente fue su
archienemigo Erik que tendría veintitrés, después se marchó ella,
y ahora tenía veintidós años, se imaginó que al año siguiente de
su partida se fue Phaul, el benjamín del grupo con tan solo veintiún
años en la actualidad.
La
verdad es que no se había vuelto a acordar de ellos en los últimos
seis años, se les tenía prohibido mantenerse en contacto, por lo
que desde el día que dejó la comunidad no había vuelto a saber
nada de ellos.
Consiguió
aparcar su precioso y nuevo Dodge a una manzana de su casa, esa vez
había tenido suerte, normalmente solía tener que aparcar a veinte
minutos a pie del piso.
Leah
Subió corriendo por las escaleras y entró como un tifón, fue
directamente a su dormitorio, Sun ya se había levantado y se había
marchado con su amiga Astrid a dar su habitual vuelta por el parque,
así que, tenía toda la casa para ella sola, algo que siempre
agradecía.
Saco
su baúl de madera de olmo de debajo de la cama y bajó las persianas
de su habitación para que nadie pudiera verla.
Hacia
muchísimo tiempo que no abría esa gran caja de recuerdos, pero era
el momento oportuno para hacerlo.
Había
varios libros de hechizos que ya tenía controlados, había muchas
estacas de madera de las que Hank había tallado en sus ratos libres
cuando era joven, era un experto trabajándolas, en la empuñadura
siempre realizaba fresados y dibujos muy bonitos y complicados.
Después de apartar muchas más cosas encontró lo que estaba
buscando; el libro de Jezabel.
Ese
manuscrito era como una especie de diario, perteneció a una antigua
bruja. Leah lo encontró escondido entre varias tablas sueltas del
suelo de la biblioteca de su abuelo, junto con algunos colgantes,
varios estiletes y un cuchillo ceremonial, nadie sabía de su
existencia y aunque los cuchillos y demás baratijas solo tenían
valor sentimental, el diario era una pieza única de sabiduría, lo
guardaba para un caso de emergencia, por si algún día se tuviera
que preparar mejor para una gran batalla. A diferencia de los otros
libros de hechizos, este diario contenía un montón de conjuros y
muchas leyendas antiguas, la mayoría, cosas que no les habían
enseñado o contado mientras vivían en la comunidad.
Después
de pasar y repasar todas las páginas del libro, por fin encontró la
cita que estaba buscando.
La
joven bruja que había escrito el diario, lo había hecho en hebreo,
algo realmente curioso e intrigante y aunque no era un hebreo muy
bueno, se podía entender perfectamente. Teniendo en cuenta que el
diario estaba fechado en Londres y que había sido encontrado en
Ullion, el pueblo de la comunidad, situado en las Highland
escocesas1,
a Leah le resultaba desconcertante. La verdad es que era una muy
buena forma de encriptar el contenido de la obra, muy pocas personas
hablaban hebreo en esa época, por lo que imaginó que la muchacha
tenía sangre judía. Su hebreo un tanto tosco, servía para su
propósito, ocultar el texto a los ojos de los demás. El libro
contenía conocimientos que en la comunidad estaban prohibidos, no
era magia negra, era la comúnmente llamada magia gris, una magia
poderosa hecha para atacar, algo que les tenían terminantemente
prohibido, sobre todo a las brujas y los druidas, que solo tenían
“licencia” para defenderse.
Ese
libro que sostenía en las manos tenia innumerables hechizos
ofensivos, historias y profecías sobre los dioses celtas e
irlandeses que jamás le habían contado. Algunos de los hechizos ya
los había probado dándole bastante buen resultado y en ese momento,
cuando vio la siguiente cita escrita en el papel, supo que las
historias al igual que los conjuros, no eran invenciones de la
muchacha.
"סך
כל השחרור של נסיכה של שאול מתרחשת כאשר
הדם שלהם מושיע נולד היום מספר שלוש בעיות
מוביל וכאשר הירח מלא"
“La
liberación absoluta de la princesa del inframundo se producirá
cuando se derrame la
sangre de su salvador que nacerá el día en el que su número de
tres números culmine y cuando la luna este llena”
Mas
o menos las mismas palabras que había citado Peter, ¿Cómo sabía
estas cosas un cazador de vampiros? No tenía ni la más remota idea,
pero esto le hizo sospechar sobre algo a lo que ya le había dado
muchas vueltas; la mayoría de los guerreros templarios habían
pasado a sus descendientes mucha más información de la que los
antepasados de Leah le habían trasmitido a ella.
No
había ninguna referencia más en lo que concernía a la liberación
de la Diosa mala que tenían bajo llave, así que guardó de nuevo
las cosas en el baúl y lo volvió a meter bajo la cama.
Un
dolor agudo y potente le recorrió el antebrazo derecho mientras se
deslizaba por su cuerpo atacando todas y cada una de las partes de su
anatomía, ella sabía lo que estaba pasando y casi podía sentir el
proceso de cambio que estaban experimentando sus células, el tatuaje
comenzó a brillar a medida que el dolor remitía.
Cuando
paró el dolor que le había causado la recién adquirida
inmortalidad su intrincado tatuaje brillaba como si cada fina línea
tuviera millones de micro bombillas led. ¡Por los dioses! Su brazo
brillaba como el sol. Las palabras de la bruja fluyeron por su mente
“…cuando
mañana tu piel brille como el sol”
¡Mierda!
la bruja tenía razón.
Era
hora de volver a Escocia y reunirse con sus antiguos compañeros,
Peter tenía razón, el inframundo se estaba moviendo y las criaturas
oscuras estaban planeando algo gordo para sacar a la primera dama de
la cárcel.
No
había tiempo que perder, el brillo de los tatuajes no cesaría hasta
que los cinco se hubiesen reunido frente al maestre druida.
wowww parece que la cosa empieza a ponerse interesante!! ;)
ResponderEliminarMe alegra que te guste
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