Final
Nada
mas llegar a casa de su abuelo de la mano de Phaul, Leah sabía cual
era su cometido, sabía que al usar la daga se convertiría
automáticamente en un simple humano, sus cualidades de bruja y
bewaader se esfumarían. Sabía que al apuñalar a Alan le
arrebataría la inmortalidad, pero no lo que era, él seguiría siendo un
ángel caído toda su vida, pero seria mortal, esa era la única
manera de permanecer juntos.
- ¿Quieres permanecer a mi lado como mortal? - le preguntó ella a bocajarro al anakim.
- Si – contestó él sin pensárselo dos veces. Leah corrió hacia y lo abrazo con fuerza, su abuelo no pudo ver las intenciones de su nieta. Hank bajo corriendo las escaleras después de haber leído en la mente de su compañera y darse cuenta de lo que iba a hacer, pero no pudo detenerla. Leah lo apuñaló con la daga en el corazón.
Un
horrible y doloroso silencio se hizo en el enorme salón.
Alan
estaba debatiéndose entre la vida y la muerte, las lagrimas
ensangrentadas de Leah y el aura que los rodeaba era lo que mas
aterraba a su abuelo, si el no sobrevivía ella jamas se lo
perdonaría, jamas seria feliz..
*********************
Phaul
extrañaba constantemente a su hermana de sangre, aunque tenia que
reconocer que siempre que pasaba por Londres aprovechaba para ir a
hacerla una visita sin que ella le viera.
Cuando
Adam se recuperó de su grave herida y ambos fueron reconocidos ante
la triada como meros y simples humanos, les habían obligado a
deshacerse de todos sus recuerdos, solo se le había implantado un
único recuerdo, ambos viajaban en un coche y habían tenido un
accidente, estaban casados y vivían en Londres, no recordaban nada
mas, ni si quiera a Phaul quien se había tropezado varias veces con
ella por Londres.
La
echaba mucho de menos y aunque solo hacia falta verles juntos para
saber que eran muy felices con sus nuevas vidas, el chico no podía
evitar las lagrimas cuando pensaba en todos esos recuerdos tan
bonitos que tenían juntos y que habían sido arrebatados de su
cabeza sin ningún miramiento.
Ese
día Phaul llego mas lejos se hizo pasar por el pizzero y llamo a la
puerta del feliz matrimonio. Solo un simple saludo, se decía a si
mismo, mientras nervioso espera a que alguno de los dos abriera la
puerta.
- Hola. Les traigo la pizza que han pedido – dijo Phaul cuando Adam abrió la puerta. Leah se asomó detrás de él y sonrió como solía hacerlo tan a menudo, una sonrisa que casi arranca las lagrimas de Phaul.
- Si, pase que no tengo el dinero a mano – le dijo ella dejandole entrar, Adam cogió la caja de la pizza y la dejo en la encimera.
- Aquí tienes – le dijo Leah entregándole el importe justo de la pizza.
- Tu siempre tan tacaña – dijo el chico entre dientes.
- Y tu siempre tan protestón, Phaul – dijo ella dejandolo completamente petrificado. El chico miró sorprendido a la la pareja que lo observaba con cuidado.
- ¿Me has llamado por mi nombre? - tartamudeó él.
- Si – contestó ella mirando de forma cómplice a su esposo – lo recordamos todo.
- ¿Cómo es posible? - preguntó el nervioso.
- Lancé un conjuro que aprendí de Jezabel y la perdida de memoria solo nos duró las semanas justas para evitar sospechas, pero tu seguías rondándonos, gracias a nuestra hermanada de sangre puedo hacerte saber que sigues en mi cabeza y que te sigo recordando, no puedo hacer eso con nadie mas, pues el hechizo nos protege de ser descubiertos por el coven.
- Por lo que, ¿Qué te parece si te quedas a cenar? - le invitó Adam.
- Eso está hecho así os pongo al día – canturreó contento el muchacho.
- ¡No se te ocurra contarnos nada! - gritó el matrimonio a la vez
- Estamos muy felices viviendo nuestro amor en la ignorancia – le reconoció Adam sosteniendo la mano de su mujer.
- Está bien, pero dejarme que os diga algo. Os he extrañado mucho, sobre todo a ti – reconoció Phaul, mirando directamente a su mejor amiga.
- Yo también a ti, pero ya sabes... a partir de ahora este será nuestro secreto.
FIN
Precioso libro, creo que esta confeccionado con muy mucha ilusión, sabes que no es mi estilo, pero debo reconocer que la estructura está muy bien, y engancha, si que engancha, mi pega; es muy fino, y la verdad es que te sale una segunda entrega fijo. Es una historia de amor bonita e intensa, sigue escribiendo reina. MUAKKKKK
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