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miércoles, 23 de julio de 2014

Quimera




Capitulo 18



Blake estaba observando el restaurante desde primera hora de la mañana, todavía no había nada fuera de lo común.
Yo no quería llegar antes de la hora, porque necesitaba asegurarme primero de que mi padre y Mary estaban bien.
Recibí una llamada de Chris segundos antes de que me desesperara esperando como una idiota en la parada el autobús.

  • Pequeña luchadora, prepárate, los dos acaban de entrar, tu amigo el cazador dice que hay tres demonios dentro del restaurante, ninguno es Olivia – me dijo nada más descolgar.
  • De acuerdo – y sin más colgué y levante la mano al autobús que me dejaría en la puerta del Palium.

Una vez estuve allí, me sentía tan poderosa y tenía tanta sed de venganza que no había espacio para el miedo en mi corazón, el único miedo que le embargaba era el de perder a esas personas que estaban retenidas por mi culpa.
Entré completamente confiada y les saludé con la mano mientras iba hacia ellos. Los dos se quedaron sorprendidos, quizás ambos pensaron que no había captado el mensaje, pero debían tenerme en muy poca estima si pensaban que no iba a ver algo tan claro como eso.

  • ¿Qué tal? - pregunté.
  • Muy... bien.. - contestaron ellos entre balbuceos.
  • ¿Cómo esta Blake? - me preguntó mi padre.
  • Muy bien, esta haciendo labores de vigilancia o eso me dijo – contesté.

Por el rabillo del ojo vi que uno de los hombres que estaban solos sentados en una de las mesas cercanas se había levantado y estaba andando hacia mi.
Antes de que llegara con una velocidad que incluso llegó a marearme a mi le ataqué y vi como dos borrones entraban a toda velocidad seguidos por una estela más lenta, que supuse seria Blake, entre los tres se hicieron con ellos, Blake se encargó del que yo había noqueado así que no le había dado mucha guerra reducirlo, fue a Nathan a quien más le costó acabar con el suyo, de hecho necesitó ayuda de Chris.

  • Creo que va siendo hora de que paralices tu envejecimiento y te conviertas en un vampiro hecho y derecho – le dijo el demonio.
  • Eso no es problema tuyo – contestó Nathan. No me había dado cuenta antes que al no ser un vampiro completo, no tenía la misma fuerza, resistencia y mucho menos tenía la inmortalidad. ¡Podían haberle matado!
  • Tienes que tener cuidado, si para sobrevivir tienes que paralizarlo hazlo ya– dije sin más, sin tener en cuenta si tenía algún motivo detrás para no paralizarse a los.. ¿Qué tendría treinta?
  • No, no quiero hacerlo quiero envejecer al lado de la mujer que amo – dijo dejándome boquiabierta. ¿Seguía detrás de esa mujer aunque lo había abandonado? Y asumí que también era humana... era muy romántico, pero un poco estúpido. No debería hacer nada por una mujer que se había marchado dejándolo tan hecho polvo, tenía que seguir adelante, pero ese no era momento para darle asesoramiento sentimental.
  • Papa, tía Mary ¿estáis bien? - dije dirigiéndome hacia ellos y abrazándoles.
  • Un demonio, un cazador, una quimera y un vampiro trabajando juntos... esto era lo que me faltaba por ver, ahora me puedo morir a gusto – dijo mi padre con su insufrible humor negro.
  • No pienses en eso ahora y salgamos de aquí cagando ostias – dijo Blake empujando desde atrás.

Nathan le borró la memoria a los humanos que había ese día en el bar y entre él y Chris se encargaron de deshacerse de los cuerpos.
Nuestras casas ya no eran seguras, había que buscar un sitio para mi padre y Mary, ya que Blake se quería quedar a mi lado para ayudar.
Entre el cazador y yo los convencimos para que se marcharan a Nueva Orleans unos meses, allí vivía la hermana de Mary y estarían a salvo junto a ese aquelarre.
Todo se desencadenó con rapidez y en menos de tres horas los teníamos montados en el coche con las maletas hasta arriba de cosas.
Odiaba las despedidas y más cuando, me gustase o o aceptarlo todos corríamos un peligro inminente.

  • Olivia sabe quien eres, sabe que eres su hija y va a hacer todo lo posible por encontrarte. No confíes jamas en ella, no tiene corazón, prométeme que no dudarás si tienes que matarla – me dijo mi padre antes de arrancar el coche. Jamas hubiera pensado que semejantes palabras salieran de la boca de ese buen hombre, así que las tuve muy en cuenta.
  • Te lo prometo papa, cuidaros y llamarnos cuando lleguéis allí.

Blake y yo fuimos al punto de encuentro en el que habíamos quedado con Chris y Nathan. El infierno estaba completamente desierto a esas horas de la mañana, y era entendible ya que era un barrio lleno de bares de vampiros y demonios que normalmente salen por las noches.
Los vimos de lejos parados en la puerta del bar del vampiro, yo iba a correr hacia ellos cuando Blake me agarró del brazo y se agazapó con miedo en los ojos.

  • Presiento a un demonio ira – dijo mirando a todos lados. Nuestros dos compañeros nos vieron detenernos y llegaron a nosotros en un abrir y cerrar de ojos.
  • Traidor – dijo una voz de mujer y después algo impactó contra Chris.
  • Sunny – susurró Nathan con un gruñido y se lanzó hacia ellos.
  • Quédate quieta, es mejor que se maten entre ellos – me susurró Blake al oído y yo le fulminé con la mirada.
  • ¿Sientes algún demonio más? - pregunté.
  • No, solo a esos tres – contestó el señalando la pelea.

La tipa era muy fuerte y rápida y de una patada consiguió desplazar a Nathan y empotrarlo contra la pared, otra vez me había olvidado de la fragilidad del semi vampiro y fui hacia él para evitar que se levantar.
Caí sobre él y le inmovilicé en el suelo. Él al principio se quedo quieto y sorprendido, pero luego intentó apartarme.
No le deje, yo era en ese momento mucho más fuerte que él. Estaba sentada a horcajadas sobre él.

  • No lo entiendes Norah, no lo recuerdas pero ella mato a mi madre – nada más decirme eso, sentí como mis ojos brillaban y por la expresión horrorizada de Nathan supe que me brillaban igual que los de Chris cuando estaba en modo demonio. No lo pensé demasiado.
  • Yo lo haré por ti – dije y sin más me lancé sobre los dos demonios que estaban peleando.

Ambos se sorprendieron al verme entrar en la pelea, y Chris me gritó varias veces que me marchara. Por el rabillo del ojo vi como Nathan intentaba levantarse y sabía que en cuanto su cuerpo se recuperara del golpe iba a volver a la pelea tenía que terminarlo cuanto antes.
No podía permitir que saliera herido, tenía que cuidar de él o me temía que Alaric iba a matarme si algo más le pasaba a su familia por mi culpa. Supe en el momento en el que Nathan me había dicho que ella había asesinado a su madre, que las miradas de Alaric no eran casuales, que todo esto tenía que ver conmigo y de alguna manera sabía tenía que saldar una deuda.
Empuje a Chris momentos antes de que se hiciera con el cuello de Sunny y con toda la fuerza de la que era capaz que en esos momentos, que era muchísima, golpee el pecho del demonio y sentí como atravesaba su caja torácica, cuando sentí su musculo latiendo en mis manos tiré de él con fuerza.
Los ojos de Sunny se quedaron sin vida segundos antes de caer al suelo como una muñeca de trapo y su corazón latió dos veces más antes de pararse por completo en mi mano.
Supe que los tres hombres estaban mirándome casi horrorizados y supe que yo tenía que haberme sentido horrible, y estar vomitando o completamente avergonzada de lo que había hecho, pero no era el caso y me jodiera o no reconocerlo mi madre era un demonio vengador y su sangre también corría por mis venas.


  • Este es mi regalo para Alaric – le dije a Nathan tirando el corazón al suelo – sé que la muerte de tu madre tuvo algo que ver conmigo, no lo recuerdo, pero estoy segura y esta era la única manera que tenía de pediros perdón. El móvil de Nathan comenzó a sonar con una estridente y hortera música que no pudo evitar que pusiera una mueca divertida.
  • Es Alaric, quiere que ponga el manos libres – dijo el vampiro acercándose a mi. Blake y Chris no se movieron.
  • Has pagado tu deuda con esta familia Norah, has salvado a mi hermano y has matado a esa puta, muchas gracias y cuenta con mi apoyo completo para mantenerte a salvo... aunque creo que no te hace mucha falta – reconoció divertido.
  • ¿Cómo lo sabes? ¿Estas aquí? - pregunté mirando hacia todos los lados.
  • Estoy dentro del bar, y lo he visto todo por las cámaras de seguridad – según lo dijo Nathan me señaló las situación de las tres cámaras que medio nos rodeaban.
  • Siento mucho lo de tu madre – dije con el corazón en un puño, esa vez el mio propio. No recordaba por qué o cuando había sucedido, pero ahora que lo sabía mi corazón se volvió pesado con la culpa. ¿Eran este tipo de cosas las que me esperaban si recordaba? Si era así no estaba muy segura de querer o no rememorar todo ese año perdido.

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