Capitulo 36
- Olivia no esta muerta – dijo nada más baje por las escaleras, y para mi asombro, Blake estaba junto a él.
- ¿Qué haces aquí? - le pregunté a mi mejor amigo.
- Larga historia, ¿nos sentamos? - dijo a modo de respuesta. Nos fuimos todos al salón y tomamos asiento.
- Sabemos que esta herida de gravedad, pero no muerta, aunque creemos que le demorará al menos una semana recuperarse por completo – explicó Dante – pero no estáis a salvo, ha puesto a su mejor sicario detrás de ti – aclaró mirándome fijamente.
- Lo sabemos, ya no ha hecho una visita – les dije sorprendiéndoles. Les conté el incidente, pero obvie la parte en la que el tal Luca era el mentor y maestro de Chris - ¿Has averiguado algo sobre el libro?
- Pues la verdad es que si, y en parte gracias a la colaboración de tu amigo – dijo refiriéndose a Blake que se hinchó con orgullo.
- Pues explícanos la historia para que todos podamos agradecérselo – aclaró Chris recostándose en el sofá junto a mi. No me había dado cuenta, pero me encontraba sentada entre los dos como si fuera una prisionera... me estaba comenzando a asfixiar. Blake me miró con suspicacia, sabía lo que estaba pensando, me conocía lo suficientemente bien, como para leer mi rostro como si fuera un libro abierto.
- Ven un ratito a mi vera, que hace mucho que no estamos juntos – dijo mi amigo sacándome de la incomoda situación. No lo pensé demasiado y fui a sentarme junto a él que disfrutó enfureciendo a mis dos escoltas al pasar el brazo sobre mis hombros y abrazarme. Era muy infantil, pero no quise quitarle esa satisfacción.
- Una bruja Alice Western luchó contra Olivia por el libro, todos sabéis la historia, murió intentando protegerlo, pero su hechizo solo afecto a la mitad, por lo que solo consiguió que desapareciera la segunda parte. La primera esta en manos de Olivia, ya tengo a alguien intentando recuperarla.
- ¿Dónde esta la segunda parte? - pregunté impaciente.
- Aquí es donde todo se une, hemos seguido la descendencia de esa bruja hasta nuestro días y resulta que uno de sus descendientes vive en el aquelarre de New Orleans donde esta oculto tu padre – aclaró Dante triunfal – tenéis que ir allí para hablar con él o ella y preguntarle sobre el libro. Es posible que fuera un hechizo de ocultación y que esté en su poder... - divagó el vampiro – no sé, pero tenéis que moveros rápido, le mejor plan hasta ahora seria que dejases de ser un quimera, y de esa forma todo podría acabar, hay que averiguar que pone en ese libro.
- Nos vamos a ver a papa, así que prepara el petate – me dijo Blake contento – tenemos por delante más de mil kilómetros – si ese ultimo comentario pretendía ser alentador, no se lo había dicho a la persona correcta. Yo odiaba viajar en coche.
- ¿Cuánto salimos? - preguntó Nathan.
- Cuanto antes chupasangres – le contestó Blake – he visto un precioso Dodge Durango en la puerta de tu garaje – insinuó mi amigo - ¿Es tuyo?
- Si, es mi coche, usaremos ese para viajar, es grande y espacioso.
- ¿Dónde demonios esta el camaro? - pregunté recordando el precioso coche que tenía Nathan en la época en la que salíamos, yo adoraba ese coche, estaba completamente enamorada de él.
- Esta en el garaje puesto a tu nombre – me dijo dejándome sin palabras. ¡Me había regalado el camaro!
- ¿Qué demonios me he perdido? - me preguntó Blake.
- Ah... que el pequeño cazador no sabe que vosotros dos erais amantes en el tiempo en el que la pequeña quimera desapareció, y tampoco sabe que estabais prometidos en ese entonces... vaya... te has perdido mucho chaval – Chris siempre tan... bueno tan Chris.
- ¿Pero si me dijiste que yo era el primero? - me preguntó mi mejor amigo ofendido.
- Y que yo recordaba lo eras... - me excusé levantándome del sofá y subiendo corriendo a prepararme una mochila con mi ropa interior, un pijama, dos camisetas y un par de pantalones. Tenía que parar en algún Walmart a comprarme más ropa o ese viaje iba a ser un infierno. El calor apretaba y necesitaba algo más fino que unos vaqueros.
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