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domingo, 21 de septiembre de 2014

Ragnarok 33







Inmortal”

Aislyn

Me desperté recordando algunos fragmentos de las últimas horas, sabía que mi premonición se había cumplido, sabía también que Mihail había muerto y gracias a mi madre que me había visitado en la inconsciencia, sabía que por fin los dos estaban juntos y aunque fuese imposible eran felices.
Abrí los ojos y pude ver el rostro de Keiran sobre el mio.

  • Ya era hora de que despertaras, llevas durmiendo casi doce horas – me reprochó con el mismo tono altivo y prepotente de siempre.
  • ¿Estoy entera? - pregunté totalmente entumecida - ¿Qué hora es?
  • Si, las dos de la mañana – escueto y preciso.
  • Apaga esa bola – le dije mientras recitaba mi hechizo para caldear la cueva sin iluminarla como un burdel. Me hizo caso pero dejo una pequeña bolita en un rincón para que tuviéramos algo de luz.
  • ¿Qué me he perdido? - él dudó, no mucho, pero lo suficiente como para que me quedara mirándole con el ceño fruncido.
  • Nada, todo sigue igual, lo único extraño era tu gata y Mihail – me estaba tirando un órdago para analizar lo que yo sabía al respecto. Ya no tenia que ocultar nada y decidí contarle toda la historia que me había contado Railyn.
  • Vaya, pues Luna tenia razón, somos la pareja de la que habla la profecía. He estado investigando, mientras dormías – me dijo mientras me daba una bolsa del Burger King.
  • Vaya, gracias, tenia hambre – dije mientras sacaba la hamburguesa y la engullía como si no hubiera comido nunca - ¿Qué has averiguado?
  • Pues sé de buena tinta que hay dos familias de humanos que se están preparando para la llegada de los elegidos, al parecer la profecía tiene dos partes, al final son dos parejas las que cerraran el circulo o lo abrirán mas, nosotros y ellos.
  • ¿Qué significa eso? Se supone que nosotros seremos los causantes de esa brecha en el submundo y que dejaremos que la horda de demonios, enfermedades y plagas caiga sobre la humanidad, como vamos a ser también los ¿encargados de cerrarla?
  • He pensado en ello, creo que la misión de esa pareja es matarnos y así cerrar la brecha – vaya genial, otro problema más. ¿Algo mas? - Keiran volvió a dudar - ¿Qué pasa?¿Qué es lo que no me estas contando?
  • Nada, no hables con la boca llena – me regañó dejándome K.O. Había empezado a perder mis modales.
  • Voy a disfrutar luchando a muerte contigo cuando se caiga el brazalete – le dije mientras me incorporaba y salia de la cueva.
  • ¿Dónde demonios vas? - espetó mucho más irritado que de costumbre.
  • ¡Voy a mear! - grité exasperada.

Salí fuera ha hacer mis necesidades y el culo prácticamente se me congeló, me notaba extraña, me sentía más fuerte que de costumbre, me sentía... ¿inmortal?
Corrí dentro de la cueva y me encontré a Keiran cambiándose de ropa, el calor se extendió por mi cuerpo como si fuera una estufa, era un espécimen de lo más bien formado. ¿En que demonios estaba pensando?

  • Te recuerdo que huelo la libido bruja y la tuya ahora mismo está por las nubes – dijo girándose después de haberse puesto los calzoncillos. Dios mio que culo tenia...¡Para! Me regañé. Relajate, piensa en algo feo, piensa en el winlow.
  • Soy inmortal – le dije para cambiar de tema. Él se terminó de vestir y utilizo una sudadera de manga larga roja, la reconocía, se la había “comprado” el primer día que habíamos estado juntos.
  • ¿Qué te hace pensar eso? - preguntó.
  • No lo sé, solo sé dentro de mi que ya no envejezco, soy más como tú de lo que era antes, esperá, voy a comprobarlo – convoqué un atame parecido al que utilicé en mi ceremonia y corté la palma de mi mano, en varios segundos la herida se cerró completamente – ¿lo ves? Es increíble, creo que ha podido ser por lo de Mihail, él debió de pasarme sus poderes o algo cuando se sacrificó por mi. ¡Te va a costar matarme cuando llegue el momento!
  • No me va a costar matarte, creo que va a ser más divertido, puedo hacerte sufrir durante más tiempo hasta que atraviese tu corazón o corte la cabeza – joder, siempre con tantos detalles innecesarios. Me ponía los pelos de punta.
  • Esta bien, dejemos el tema, ¿Qué tenemos que hacer a continuación?
  • No tengo ni puta idea, supongo que seguir escondiéndonos, hasta que pase un poco el revuelo formado, mientras investigaba a las dos familias humanas, he estado echando un vistazo por los mercados y la gente está como loca buscándonos, tanto tu bando como el mio y el de Val, él incluso ha puesto precio a nuestras cabezas – vaya, ¿Qué haría si se enterara de que yo era su hija? Me pregunté a mí misma, sin saber por qué.
  • Se supone que no vamos a poder impedir que la brecha se abra y se supone también que antes de que eso suceda tienen que pasar más cosas, una unión de algún tipo entre nosotros, la caída del brazalete e imagino que puede ser nuestra lucha la que desencadene la apertura del portal. ¿Qué opinas tu? - pregunté
  • Es posible, Luna nos dijo también que no teníamos que preocuparnos que no nos encontrarían en esos catorce días que durará la caza después de la unión o lucha entre nosotros, pero también dijo que habría un sacrificio, imagino que de alguno de los dos, está claro que voy a ganar yo, por lo que tú seras ese sacrificio – prepotente, era odiosamente narcisista.
  • Pero es posible que ninguno pueda morir, por eso dijo que la pareja de humanos seria la encargada de hacerlo en caso de que nosotros no podamos – mientras dije eso, Keiran asintió con la cabeza – y también es posible que parte de la profecía no nos pertenezca a nosotros si no a los humanos. Será la luz si elegimos con el corazón y será la muerte si no, eso es contradictorio, creo que hay dos profecías unidas, la nuestra y la de los humanos. Es un galimatías. No podemos fiarnos ciegamente de él.
  • En eso tienes razón – me quedé completamente sorprendida, me estaba dando la razón, ¿así sin mas?
  • Estas más amable que de costumbre, ¿Qué pasa?¿te empiezo a caer bien?
  • No, todo sigue igual, pero si tienes razón no voy a quitártela -contestó secamente.


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