Ragnarok 78

“El Trébol”

Erik

Había sido una lucha inútil, con una clara desventaja en nuestra contra, los nox eran muy rápidos y sanguinarios, había sido un baño de sangre que jamas me quitaría de la retina.

Sangre, golpes y asesinatos a sangre fría, ni siquiera mi preparación militar había sido de ayuda en esa batalla.

Cuando soltamos al nox, pensamos que todo había acabado, pero no había sido así, al parecer se les escapó a las pocas horas de haberle dejado libre y decidieron romper el pacto, un pacto que por otro lado ninguno estábamos convencidos de que lo fueran a cumplir, pero siempre quedaba la esperanza, una falsa y engañosa esperanza que no nos había servido nada más que para no estar preparados cuando nos atacaron.

• No queda nadie – dijo Mary. Me recordaba tanto a la Alice del viedeojuego de Resident evil, que había ocasiones en las que me hacia sonreír sin motivos.
• Tenemos que protegerle – dije mirando al pequeño de cuatro años que estaba en mis brazos. Solo habíamos sobrevivido los tres y teníamos la obligación, el deber de proteger al pequeño, la verdad era que no sabía como hacerlo y que por primera vez en mi vida sentía miedo de lo que pudiera pasar.
• No podemos quedarnos mucho tiempo en esta cueva, hay que salir, tenemos que seguir huyendo hasta que encontremos un sitio seguro – me dijo sentándose junto a mi y dejando en el suelo las pocas cosas que habíamos podido salvar del desastre que había asolado el pueblo.
• Tenemos que buscar a Idris – le dije sin pensarlo – ellos son especiales... se que esto te va a sonar a locura, pero imagino que viviendo en esta época que te ha tocado vivir no seras tan escéptica como lo hubiera sido yo hace muchos años – Era hora de ser sinceros con aquella chica – Idris, Chistian y yo venimos del pasado – no esperé su reacción ni la miré a los ojos, no quería ver en ellos la incredulidad que me hubiera albergado a mi escuchar semejante barbaridad – ellos dos tienen una misión, deben cerrar la grieta por la que todos estos demonios, enfermedades y plagas están saliendo. Yo viajé con ellos por accidente.
• No puedo creerlo – dijo con un tono desconcertante. Enfrenté sus ojos y vi sorpresa, esperanza.
• ¿Qué estas pensando? - pregunté sorprendido.
• Mi abuela, mi abuela me contaba cosas de ese estilo, ella me contaba que algún día alguien de nuestro pasado vendría a arreglarlo todo, que el tatuaje era para que esa persona supiera que yo era de la familia – no supe que decir, estaba en sock, no podía creer lo que había dicho, una gran sonrisa iluminó mi cara mientras ella se subía la manga de su chaqueta y me enseñaba un trébol tatuado en su muñeca. Dejé al pequeño Justin en el suelo y la mostré mi pulsera. Sus ojos se pusieron como platos y sonrió. Era la primera vez que veía a esa chica sonreír y me engancho por completo, su sonrisa me cautivo en décimas de segundo.
• ¡Esto significa que Idris es familia tuya! ¡Tenemos que encontrarlos!.