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jueves, 4 de diciembre de 2014

Ragnarok 96

       “Una visita no anunciada”

Idris
A la mañana siguiente Xander había desaparecido de la cama y me encontraba sola bajo las suaves sabanas de franela. Estaban impregnadas en su olor, se sentían tan calientes mientras me desperezaba que odiaba la idea de tener que levantarme.
Al parecer el demonio había hecho café, pero seguía sin aparecer por ningún sitio... algo comenzó a darme mala espina... el ambiente, el aire se sobrecargó con algo extraño, pesado casi podía degustar el sabor a sangre al rededor.
La puerta se abrió con gran estrépito y apareció Mary corriendo y sin casi poder respirar.
  • Tienes que venir conmigo – solicitó nerviosa, pero con un tono muy autoritario en sus voz - los demonios están rodeando la salvaguarda y el tipo chungo de los ojos rojos está muy cabreado mientras la golpea.
  • Voy para allá dije sin ni siquiera quitarme el pijama - me puse un anorak encima y cambie mis pantuflas por unas deportivas por eso había notado ese olor y sabor a maldad, alguien estaba tocando mi salvaguarda.
Cuando llegué a la cara norte de la aldea pude ver a muchos humanos empuñando sus armas cerca de la salvaguarda, eran muy valientes y listos pues ninguno se aventuró a salir fuera a cazarlos.
Había al menos diez nox y otros tantos demonios de rango inferior, pero quien realmente me llamo la atención fue Chistian, un Chistian que había entrado en cólera y pateaba con fuerza en el invisible escudo que nos protegía.
  • ¿Qué demonios estas haciendo? - pregunté furiosa – todavía no es el momento.
  • ¡Tu me has engañado! ¡Dejaste de ser virgen! - la hostia puta, me dije a mí misma. ¿Cómo era posible que ya se hubiese enterado? Me pregunté mientras me ruborizaba. Se había enterado él y todo mi ejercito.
  • No te he engañado, jamas te prometí nada de eso – Chistian recapituló pensativo y me sonrió con malicia.
  • Mala zorra... tienes razón... en el fondo no sé por qué actuó de esta manera... ¿Qué es lo que tienes? - dijo pegando su rostro a la salvaguarda y dejándole a solo dos palmos del mio.
Sentí como Xander se situaba detrás de mi y rodeaba con su brazo mi cintura. Todo su lenguaje corporal emitía un mensaje muy claro y conciso. Mia. Mia. Chistian volvió a cambiar la expresión y su rostro se volvió a llenar de celos y de ira, pero a diferencia de antes la supo controlar.
  • Ella es mía – dijo Xander con palabras, aunque podría habérselas guardado, ya que su forma de actuar lo dejaba bien claro.
  • Cuando os destruyamos tú morirás sufriendo tantas torturas como yo desee – le dijo Chistian al nox, que simplemente me apretó más fuerte contra él. Por un momento vacilé, por un segundo vi a mi antiguo amor... me aparté de Xander con un ligero empujón, sentí la desaprobación del demonio nada más hacerlo. Le había hecho daño...
  • No soy de nadie – dije sin poder remediarlo... era Chistian quien estaba frente a mi, ¿Cómo podía haber pensado que me olvidaría de él tan fácilmente?. En ese momento estaba hecha un completo lío.
  • Marchate y preparate para la batalla – le dijo Xander mientras se marchaba. Chistian pareció conforme con mi actuación y se fue más contento de lo que había llegado, pero a mi en ese momento quien me preocupaba era el nox.

Mientras pasaban los días me iba auto convenciendo de que lo mejor que podía hacer era pasar de Xander y dejar que siguiese enfadado conmigo. Cuando parecía querer volver a entablar alguna conversación o parecía olvidársele que no tenia que hablarme yo me comportaba como una perra, pero no podía dejar que se acercara demasiado a mi... no podía, pronto llegaría mi final... no quería causarle ningún daño innecesario a nadie y mucho menos a él. Tenia que mantenernos alejados al uno del otro hasta la batalla final, donde todo se terminaría, mi vida y esperemos que también la de Chistian o la de la mayor parte de su ejercito.
Mi corazón estaba tan confundido...




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