Capitulo 25
Las
horas se me hacían eternas, mi padre había llamado a Blake para
decirle que ya estaba a salvo, y ahora estábamos los tres en el loft
subterráneo esperando a que llegase mi amigo guardián con nuevas
noticias de su bando.
Nathan
estaba leyendo un libro y Chris jugaba tumbado en la cama con una
pelota. Golpeaba el techo una y otra vez y estaba empezando a ponerme
nerviosa.
Salí
corriendo hacia la bola naranja cuando la lanzó y la atrapé después
de que rebotara con el techo.
Un
segundo después estaba aplastada contra la pared por el cuerpo de
Chris.
- ¿Quieres que hagamos esto ahora?¿Delante de él? - preguntó con un susurro y con sus labios casi rozando los míos. Mi corazón se alteró y comenzó a bombear como loco. Vi a Nathan parado detrás del demonio, se debatía entre intervenir o no.
- Estoy bien – le dije al vampiro mientras con las dos manos apoyadas en el pecho del demonio le apartaba usando toda la fuerza de la que era capaz. Si se apartó fue porque él quiso, porque yo sola no le hubiera movido ni un milímetro.
- Efecto reflejo, lo siento – dijo el demonio con una maliciosa sonrisa cuando se apartó y enfrentó a Nathan a los ojos.
- Deja de jugar con la pelota que me pone nerviosa – le regañé.
- Ven a jugar tú conmigo y tiro la pelota a la basura – contestó para mi asombro.
- ¿Quien te crees que eres para decirle eso...? - dijo Nathan, pero no le deje continuar y contesté yo a su insinuación.
- Contigo no tengo ni para empezar – dije sacandole una sonrisa al vampiro.
- ¿Cuanto más va a tardar tu ex novio en venir? - preguntó con malicia el demonio.
- No lo sé, habíamos quedado hace diez minutos, pero él nunca es puntual – contesté haciendo caso omiso al comentario, ya que me gustase o no, no era mentira.
- ¿Cuándo saliste con él? - me preguntó el vampiro curioso.
- Fue hace mucho tiempo, con veintiún años o así, fue muy efímero – expliqué.
- ¿Solo has tenido esa relación en toda tu vida? - preguntó el demonio entrado en nuestra conversación. Si se involucraba era para decir algo malicioso, así que contesté con cuidado.
- Si, solo he estado con él, soy un poco mojigata – reconocí con cautela. El demonio no contestó nada grosero o malicioso y me dejo descolocada cuando sonrió victorioso.
- Aquí esta tu amigo – dijo Nathan cambiando de tema y mirando a la pantalla de seguridad.
Blake
ni se disculpó por llegar tarde, no tenía mucho tiempo para
informarnos ya que tenía que volver a una reunión de cazadores. No
nos dijo nada muy nuevo, solo que se habían movilizado mucho
demonios de la ciudad y que se estaba cociendo algo grande, todos
estaba de acuerdo con que Olivia ya había llegado a la ciudad, por
lo que había que estar alerta y necesitábamos urdir un plan para
acercarnos a ella y poder matarla. Según lo que todos contaban era
un demonio muy precavido, se escondía detrás de muchos sirvientes
humanos y de muchos demonios adeptos.
No
iba a ser fácil acercarse y en esa parte del plan era en la que
estaba trabajando Chris.
Habíamos
matado a los únicos demonios que le podían relacionar conmigo, por
lo que esa noche saldría a infiltrarse entre ellos para intentar
averiguar donde se escondía Olivia.
Dante
y Nathan estuvieron casi toda la tarde discutiendo sobre si yo
debería o no aprender a defenderme, la verdad que hasta el momento
no lo había hecho nada mal.
Al
parecer la mayoría de los movimientos son instintivos, como por
ejemplo cuando le saqué el corazón a Sunny.
Nathan
al final había cedido y Dante había ido en busca de un instructor.
Esa
noche tendría una clase de autodefensa.
Chris
estaba ya vestido y listo para marcharse, todos estaban en el club,
menos yo que andaba sola vagabundeando por los rincones en busca de
algún entretenimiento.
- ¿Ya te vas? - pregunté aunque fuera una obviedad.
- Si, vamos a ver que podemos sacar en claro y si esta pesadilla se termina pronto – aclaró acercándose a mi. Demasiado cerca para estar cómoda.
- ¿Estas preocupada por mi? - preguntó con una maliciosa sonrisa.
- Supongo que si, yo me preocupo por todo... ademas tu sangre ya casi ha desaparecido, vuelvo a tener un poco más de conciencia, dentro de poco volveré a recordar – le dije entusiasmada, aquello no le hizo demasiada gracia y arrugó preocupado el entrecejo – Te conozco de antes ¿Verdad? - pregunté – desde el primer día has sabido siempre muchas cosas de mi... - dije haciendo memoria de algunos comentarios y comportamientos.
- Si, nos vimos en varias ocasiones, pero nada importante – reconoció – y ahora me voy que se me hace tarde, a no ser... que quieras que me quede y utilicemos una de esas dos estupendas camas para continuar con lo que estábamos haciendo la otra noche... - su sonrisa picara y su brillo triunfal en los ojos me puso de mala leche, le gustaba avergonzarme y disfrutaba con ello, pero esa vez no le iba a dar el gusto.
- Lo continuare sin tu presencia, puedes irte tranquilo – dije sin mas. Él se rió con una sonora carcajada y salió por la puerta del loft.
No hay comentarios:
Publicar un comentario