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Las novelas aquí publicadas son de mi autoría y están registradas en el registro de la propiedad intelectual de España a mi nombre.
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domingo, 30 de noviembre de 2014

Ragnarok 94


Un golpe de realidad”
Xander

Vi a Keiran asomado encima de mi, estaba hablando con Idris sobre un hechizo que me ayudaría a encontrarme mejor. Yo ya sabía que eran las salvaguardas de la pequeñaja lo que me estaba matando, pero no quería decírselo, no podía permitir que hiciera algún otro conjuro que la llevara a seguir siendo marcada por la oscuridad
  • Háblame en cristiano – le escuché reclamar a Idris.
  • Tienes que hacer un conjuro para que el pase a través de la salvaguarda como una gota de aceite en el agua, que le rodee y no le proteja que le excluya del lado bueno que es la protección y del malo ya que esta barrera está puesta para sacar y evitar que el mal entre, y él también es uno de ellos, la barrera lo está matando – quise decirle a Keiran que se metiera la puta lengua en el culo, pero no tenia fuerzas para hacerlo.
  • ¡Dime como hacerlo, rápido! – gritó ella sorprendiéndonos, conseguí abrir un poco los ojos y pude verla nerviosa moviéndose de una lado a otro ¿por qué estaba tan preocupada?.
  • No deberías hacer más magia… te está consumiendo –le dijo Keiran preocupado, una preocupación que también compartía yo - ¿estas más irascible y te cuesta más controlar tus impulsos? - ¡por fin alguien más que se daba cuenta!
  • Teniendo en cuenta que siempre he sido una mujer calmada, educada y con mucha paciencia… si estoy muy muy irascible, pero estoy bien , me siento bien.
  • No lo hagas – le dije mientras agarraba su muñeca.
  • Tengo que hacerlo, te está matando – me dijo en el momento en el que comencé a perder poco a poco la consciencia. Al cabo de un rato el fuerte dolor en el pecho y demás malestares cesaron y mi cuerpo se relajó de inmediato.
Sentí como la puerta de mi habitación se cerraba y abrí los ojos, mis oídos eran buenos pero desde la cama solo era capaz de escuchar un ligero murmullo al otro lado, por lo que me levanté y me quede apoyado en la puerta.
  • Debes decírselo o puede hacerte daño en los entrenamientos – le dijo Keiran enfadado.
  • Se cuidarme sola, no puede dañarme porque tengo la otra barrera – todos sabíamos ya a que barrera se refería la pequeñaja.
  • Si él no quiere hacerte daño esa barrera no funciona por lo que ten cuidado, una bola de fuego dirigida a ti rebotaría en el escudo, una bola dirigida a un árbol que rebota y te golpea, te podrá dar de lleno. Ten mucho cuidado – advirtió el Nephelim dejándome un poco desconcertado ¿de que demonios hablaban? Ella era inmortal, aunque la hiciera daño simplemente se recuperaría.
  • ¿Cómo está Aislyn y el niño? – preguntó. Estaba a punto de apartarme de la puerta, pues esa conversación no me interesaba hasta que Keiran dijo algo que me dejo congelada la sangre.
  • Bien, están bien, pero Aislyn sigue muy deprimida por lo que hiciste y no hace más que buscar algún medio para poder hacerte inmortal de nuevo, la verdad que los dos estamos preocupados, son solo diez meses lo que te quedan de vida y se nos acaba el tiempo, no encontramos nada valioso… está siendo desesperante – ¿ya no era inmortal?¿Cómo coño había pasado eso? ¿diez meses de vida? Eso era imposible, me dije a mi mismo echándome las manos a la cabeza. ¿Cómo podía haber sucedido eso sin haberme dado cuenta?

¿Por qué no me había contado nada? Me preguntaba a mi mismo ¿quienes lo sabían? La certeza me golpeó de lleno, iba a perderla en unos meses... mi cuerpo se retorció angustiado, no sabía que eran esa clase de sentimientos, solo tenia la certeza de que no estar a su lado, de que perderla, no volver a verla... no seria capaz de soportarlo.
Esa sacudida de realidad me acojono más que un enorme ejercito ángeles furiosos.


Ragnarok 93




Enfermo”

Idris

Había pasado ya un mes desde que nos instalamos en nuestra nueva comuna a la que llamamos de nuevo la colmena y aquello era ahora un gran hervidero de gente, Xander había viajado con Erik a Europa y Asia para traer a más humanos a la batalla, la mayoría de los que se escondían en es nuestra zona ya habían llegado a nosotros y eran muchos los que querían emprender esta nueva cruzada, Latino américa y Oceanía estaban completamente desoladas, habían acabado con todo y no quedaba ningún superviviente.
Lee Park un surcoreano de lo más amable había accedido a enseñarnos taekwoondo a todos los interesados, yo era su discípula aventajada, podía copiar todos los movimientos de un solo vistazo, todo gracias a un practico hechizo del libro de Aislyn me ayudaba bastante a que mi cabeza y mis músculos lo memorizaran todo rápido. Mi anterior descordinación se había convertido gracias a la magia en algo del pasado.
El nox por otra parte me enseñaba a luchar contra sus bolas de fuego y demás capacidades demoníacas.
Xander estaba realmente agotado esas últimas semanas y prácticamente no había podido hablar con él, todas las noches cuando regresaba a casa ya estaba encerrado en su dormitorio, pero ese día no me iba a volver a dar esquinazo.



  • Xander ¿Qué te ocurre? – le pregunté preocupada.
  • No sé si lo que estoy haciendo está bien – dijo de sopetón dejándome completamente boquiabierta.
  • ¿El qué? ¿Estár trabajando en nuestro bando? ¿estár a mi lado? – le pregunté un tanto molesta.
  • No… si, bueno no sé, es extraño luchar por algo que realmente no importa… yo soy como ellos ¿Qué voy a sacar yo con esta batalla? Gane quien gane seguiré sin encajar…. No creo que sea buena idea que permanezca a vuestro lado – los pelos se me pusieron de punta y el corazón me bombeó a mil por hora, ¿Qué demonios me pasaba? Tenia miedo, miedo de perderle me dije a mí misma mirándole atentamente. Su pelo negro corto de forma desigual pero sexy, sus preciosos ojos marrón verdoso y ese rostro tan ambiguo en cuanto a su edad… parecía tener como mucho treinta años, pero sus ojos no engañaban, sus más de mil años estaban reflejados en ellos. Era muy parecido a como se veía Keiran… pero Xander no era Keiran, él era un nox, un asesino que al fin y al cabo estaba metido en nuestra revuelta porque odiaba que Chistian le hubiera quitado el poder mas de lo que odiaba estar en el bando de la luz. Una idea descabellada traspasó mi mente.
  • ¿Cómo te estas alimentando? – pregunté haciendo que curvara sus labios en una media sonrisa un tanto macarra.
  • Hay algunas mujeres aquí a las que les gusta que les chupe…la sangre ¿estas ofreciéndote? – dijo sin más y antes de que pusiera el grito en el cielo por semejante despropósito él explico – llegue a un acuerdo con ellas dos, no tomo más de lo que necesito y están dispuestas a hacerlo, no es doloroso, todo lo contrario las endorfinas que libera mi mordida son más parecidas a un orgasmo de lo que te imaginas.
No supe que decir, de pronto y sin enfrentar mis ojos se levantó del sofá verde del salón y se metió en su cuarto. Algo extraño recorría mis entrañas, era un maldito sentimiento que no quería reconocerme a mí misma… eran celos, y era un ataque de celos mucho más fuerte de lo imaginable. Muy a duras penas pude controlarme, últimamente desde que me habían salido esos puntos negros sobre la ceja mis ataques de ira, celos o rabia eran casi incontenibles, cada vez me era más complicado disimularlos y no arrancarle la cabeza a nadie cuando los padecía se había convertido en un trabajo muy complicado. Mi paciencia era cada vez peor.
No me di por vencida y entré de sopetón en su cuarto. Xander estaba sin la camiseta y arrodillado contra la cama, un sudor frió recorría su, dicho sea de paso, increíble torso.
  • ¿Qué ocurre? ¿Estás bien? – dije lanzándome contra él y ayudándolo a tumbarse sobre la cama. Aparte su pelo del rostro y le toque la frente. Estaba ardiendo – ¿esta fiebre es normal en los de tu clase? –pregunté asustada.
  • No, nunca nos enfermamos – dijo haciendo que entrara en pánico.
  • ¡Keiran! – grité al viento como me había dicho que hiciera si lo necesitaba, en poco más de seis segundos estaba parado a mi lado mirando a Xander con asombro.
  • ¿Qué le pasa? – me preguntó.
  • Pues no lo sé –le dije cruzándome de brazos y torciendo el morro - ¿por qué crees que te he llamado? – pregunté molesta dejándolo un tanto desconcertado.
  • Es la salvaguarda – afirmó el Nephelim – le está matando, tienes que excluirle, tienes que realizar un encantamiento que le permita estar aquí pero sin la protección.
  • Háblame en cristiano – insistí.
  • Tienes que hacer un conjuro para que él pase a través de la salvaguarda como una gota de aceite en el agua, que le rodee y no le proteja que le excluya del lado bueno que es la protección y del malo ya que esta barrera está puesta para sacar y evitar que el mal entre, y él también es uno de ellos, la barrera lo está matando.
  • ¡Dime como hacerlo, rápido! – grité sorprendiéndoles a todos.
  • No deberías hacer más magia… te está consumiendo –me dijo Keiran mientras miraba mi aura - ¿estas más irascible y te cuesta más controlar tus impulsos?
  • Teniendo en cuenta que siempre he sido una mujer calmada, educada y con mucha paciencia… si estoy muy muy irascible, pero estoy bien , me siento bien – les dije sin inmutarme.
  • No lo hagas – dijo Xander agarrando mi muñeca.
  • Tengo que hacerlo, te está matando – dije con decisión. Keiran escribió el hechizo en un papel y como el resto de conjuros que había realizado hasta ahora no necesité leerlo en voz alta, una vez me concentré en él pude visualizar de nuevo la salvaguarda y a Xander siendo excluido de su protección. Una vez sucedió todo vi como Xander se relajaba sobre la cama y se quedaba dormido.
  • Muchas gracias Keiran – dije sintiendo como una marca más era añadida a las otra tres.
  • No vuelvas a hacer magia o al final te vamos a perder… - Keiran iba a decir la frase “antes de tiempo” pero se contuvo –Tu aura está llenándose con oscuridad – dijo y después se fijo en mi cuerpo - ¿estas entrenando? Estas muy magullada – dijo lanzándome una mirada enfadada – ya no es como antes cuando … - le tape la boca y le saque de la habitación.
  • Xander no lo sabe – le dije nerviosa cuando por fin le arrastré hacia el salón - no quiero que se entere nadie.
  • Debes decírselo o puede hacerte daño en los entrenamientos –me regañó el que al parecer se creía mi padre.
  • Se cuidarme sola, no puede dañarme porque tengo la otra barrera – la de la virginidad me dije a mí misma, no quería decirlo en voz alta, sin embargo Keiran comprendió y comenzó a sentirse un tanto incomodo con el tema.
  • Si él no quiere hacerte daño esa barrera no funciona por lo que ten cuidado, una bola de fuego dirigida a ti rebotaría en el escudo, una bola dirigida a un árbol que rebota y se dirige a ti te podrá dar de lleno. Ten mucho cuidado – me advirtió dejándome estupefacta. Keiran tenia razón, tenia que tener mucho más cuidado.
  • ¿Cómo está Aislyn y el niño? – pregunté para cambiar el tema.
  • Bien, están bien, pero Aislyn sigue muy deprimida por lo que hiciste y no hace más que buscar algún medio para poder hacerte inmortal de nuevo, la verdad que los dos estamos preocupados, son solo diez meses lo que te quedan de vida y se nos acaba el tiempo, no encontramos nada valioso… está siendo desesperante – reconoció pasándose la mano por el pelo y cogiéndome por el hombro.
  • Olvidaros de eso, yo lo hice porque quería, ademas estaba en mi destino, yo estoy desequilibrando todo, es lógico que deba morir, pero antes de hacerlo tengo que conseguir una victoria sobre Chistian y llegar a un acuerdo con él para que deje vivir a los humanos en paz, necesitamos crear ese equilibrio de que nos hablo Gaia o si no ella nos va a destruir a todos. Los poderes nos están dado esta última oportunidad para restaurar el cosmos y no podemos fallar, no nos lo podemos permitir – le dije nerviosa apartándome más de la puerta del dormitorio de Xander. No quería que él supiera nada sobre mi inmortalidad y posterior muerte.
  • Sé que tienes razón, por alguna extraña conexión entre la madre de Aislyn y tú hay alguna especie de vinculo o conexión, ella también siente este tipo de cosas, por lo que si tú dices que es así te creo, pero por favor los meses que te quedan de vida no los tires a la basura, disfrutalos – dijo Keiran dejándome completamente perpleja. Su rostro era sombrío y pude ver una sombra de culpabilidad en el. Lo ultimo que quería es que esas dos personas a las que había comenzado a amar como a mi propia familia sufrieran culpándose de mi muerte.
  • No me lo pongáis difícil, no es vuestra culpa lo que me está pasando y descuida, disfrutaré el tiempo que me queda, pero mejor estaré si se que dejo aquí las cosas bien arregladas y a la gente feliz antes de morir. Aseguraros ambos de veros felices a mi alrededor, por favor – le rogué dándole una abrazo que fuertemente correspondió.






viernes, 28 de noviembre de 2014

Ragnarok 92


La poderosa salvaguarda”

Idris

A eso de la media tarde Xander llego con varios conejos y algunas latas de conserva que había encontrado revisando las casas de los alrededores.

  • ¿Sabes? - le pregunté mientras comía la carne que muy amablemente había cocinado el demonio.
  • Pues si no me lo cuentas no – contestó divertido.
  • Puedo hacer los hechizos del libro que me dio Aislyn – confesé hinchando mi pecho con orgullo. La cara del nox palideció por segundos.
  • ¿Estas completamente segura? - preguntó preocupado.
  • Si, lo he conseguido con varios, el resto no me he atrevido a probarlos – fruncí el ceño al ver esa expresión de preocupación en un rostro en el que jamas pensé verla.
  • Es peligroso, tengo entendido que son muy fuertes y toman muchas energías, si no fueras inmortal podrías morir de agotamiento al lanzar alguno demasiado poderoso – dijo dejándome completamente conmocionada – no hay que preocuparse por eso – afirmó dando por hecho mi inmortalidad - pero si debes preocuparte por la tentación, el poder es muy apetecible, si no usas esos hechizos con cuidado puedes... digamos lo de alguna manera... pasarte al lado oscuro. No digo que no esté bien que es mi lado al fin y al cabo, pero podrías destruir tu alma y corromperla.
  • ¿Por qué Aislyn no me ha dicho a mi nada de eso? - pregunté asustada.
  • Me lo dijo a mi esta mañana mientras preparaba el desayuno, pensé que tú también lo sabias y me prevenía para que evitara algún desastre si se te iba la mano... - Dijo el demonio tan confundido como yo – a mi me importa una mierda que se te vaya la mano si te vienes a mi lado mejor para mi, podre comerte... o follarte lo que prefieras – dijo terminando así la conversación y haciendo que mis mejillas se sonrojaran incomodas.
  • Pervertido – le insulté.
  • Lo sé, soy un demonio no lo olvides nunca – amenazó sin una ápice de broma en sus palabras.

Esa misma tarde Keiran, Aislyn y el bebe vinieron a ver el pueblo que habíamos elegido y a ayudarnos con las medidas de protección y reclamos.

  • ¿Has probado a lanzar algún conjuro? - preguntó la bruja pasando al bebe a los brazos de su padre.
  • Si, soy capaz de hacerlos sin ningún problema – confesé orgullosa.
  • Fantástico … - dijo dudando un poco, no parecía demasiado complacida con ello - toma recita esto – me dijo entregándome un papel que había sacado de su bolsillo – es la salvaguarda más fuerte que tenemos, la creamos Keiran y yo y es una de las que protege nuestra cabaña - No me hizo falta recitar el hechizo en voz alta, tan solo tuve que concentrarme un poco en las palabras y una tela casi transparente salió despedida de mi cuerpo a toda velocidad. Estábamos en el salón de la casa y todos pudimos ver como atravesaba completamente el techo. Lo visualicé desde arriba y cubrí con esa tela todas las casas del pueblo.
  • Cariño, ¿has visto eso? - preguntó Aislyn a su marido. Keiran estaba chequeando mi aura y mi salvaguarda completamente sorprendido.
  • Es un escudo blindado, la salvaguarda es completamente solida y muy poderosa – dijo preocupado. No sabía el por qué de su preocupación hasta que el hechizo dejo de fluir fuera de mi cuerpo.

De repente me noté exhausta, muy cansada... comencé a perder la visión y el equilibrio y me sentí caer en una especie de inconsciencia causada por un agotamiento extremo. ¿Era esto a lo que se había referido Aislyn con las consecuencias de la magia?

  • ¿Qué es lo que le ha salido sobre la ceja? - preguntó una voz que pude distinguir como la de Erik. ¿ya habían llegado allí? ¿cuanto tiempo había estado inconsciente?
  • Son una especie de tatuajes... yo también los tenia... pero los míos eran diferentes, estos son los estigmas que se tiene que cobrar los poderes, porque la magia nunca da nada si no es a cambio de algo – explicó la bruja en un susurro. Fingí seguir inconsciente para seguir escuchándolos – Keiran... son las marcas del poder.
  • ¿Qué? ¿Cómo es eso?¿Le puede ocurrir algo? - preguntó un Erik bastante furioso – no estoy dispuesto a perderla ahora que la he vuelto a encontrar.
  • Ahora solo tiene dos puntos negros sobre la ceja, pero si llegase a tener ocho puntos alrededor del ojo... digamos que se habría pasado al lado oscuro – explico Keiran – he visto esto dos o tres veces hace al menos más de mil años, todos terminan cayendo en la tentación que ofrece el mal, la existencia sin normas, reglas o cualquier cosa que te impida hacer y deshacer a tu antojo...
  • Idris no es así, la conozco y jamas caería en algo así – aseguró mi mejor amigo.
  • En eso tiene razón, no tengo motivos para pasarme al lado oscuro, vosotros dos lo sabéis mejor que nadie – les dije mientras me sentaba sobre la cama y enfocaba mi mirada sobre el matrimonio. Eran los únicos que sabían de mi próxima muerte por lo que no entendía de que estaban tan asustados - aguantaré en vuestro lado hasta el final, no os preocupéis.

Al cabo de poco más de una hora Keiran y su familia se fueron a su casa antes de que anocheciera mas, Aislyn puso el hechizo reclamo para humanos antes de marcharse. Erik y su, al parecer, familia se hicieron con otra casita a tres calles de la nuestra. Mi mejor amigo no me lo había dicho, pero sabía que entre él y Mary había algo más que amistad o camaradería. El pequeño Justin tenia la tripa muy llena de las deliciosas comidas que de seguro le había preparado Aislyn y su rostro radiaba felicidad.
Me di cuenta al mirarle de que yo jamas seria capaz de tener un hijo, mi vida se iba a terminar a una edad tan temprana... me había quedado congelada con veintiún años y esos eran realmente lo que sentía que tenia... aunque en verdad superaba con mucho los cien años.



miércoles, 26 de noviembre de 2014

Ragnarok 91


No es amor es lujuria”

Xander

Deje a Idris en nuestra nueva casa... que raro sonaba eso, como si nos hubiéramos casado... mi estomago dio un extraño vuelco cuando ese pensamiento pasó por mi mente.
Estaba paseando por el pequeño pueblo y saqueando algunas despensas que todavía tenían comida, no había ni un alma, solo dos pequeños conejos a los que había cazado antes.
El tendido eléctrico hacia su característico ruido habitual lo que me confirmaba que había energía, un punto a nuestro favor, sobre todo cuando esas criaturas pusieran las salvaguardas.
Todavía me preguntaba que demonios estaba haciendo con ellos, por qué no me había unido a mi bando... no tenia una maldita respuesta solo sabía que era por ella. Idris. Casi me morí de miedo cuando la vi en los brazos de Chistian y la ira se apoderó de mi cuando la besó, quise arrancarle la cabeza como nunca jamas había querido hacer algo.
Los nox no pueden amar, recordé, hace muchísimos años casi cien cuando todavía no había alcanzado la madurez y era tan solo el equivalente a un muchacho humano de quince años, le pregunté a mi padre sobre el amor y esa fue su respuesta, no es amor, lo que nosotros sentimos es pura lujuria, cuando por fin tomamos a la persona objeto de nuestra obsesión se termina todo.
¿Tendría que tomas a Idris para olvidarme de ella? Por propia voluntad eso iba a ser imposible y el menda tenia demasiado orgullo como para obligarla. El tiempo, me convencí a mi mismo, es tiempo lo que yo necesitaba para olvidarme, cuando toda esa guerra terminara me apartaría de ella y me alejaría tanto como pudiera. Me prometí que ganáramos o perdiéramos no la volvería a ver jamas, pero hasta entonces quería disfrutar de su presencia y como no, intentar tomarla por las buenas.









Ragnarok 90

  “ Enemigo Digno ”

Idris

Una vez llegamos al pueblo abandonado del que me había hablado Xander localicé una pequeña casa de madera y piedra perfecta para alojarme yo, y al parecer Xander iba a cumplir su palabra, se alojaría conmigo para no apartarse de mi en ningún momento y a decir verdad se sentía mucho más alentador sabiendo que él me cubría las espaldas... ¿Cómo de desesperada estaba para poner mi vida en manos de un nox? Mi conclusión era sencilla... estaba completamente loca.

La pequeña casa había sido saqueada pero no tenia muchas cosas rotas incluso la nevera funcionaba. Un punto que había que dar en favor de los demonios era que se habían encargado de mantener en funcionamiento del servicio eléctrico, a parte de para su propia comunidad, para descubrir si había gente haciendo uso de ello y localizarla, por lo que no activaría nada hasta haber puesto las salvaguardas.
Después de desempaquetar las mochilas, Xander se fuer a dar una vuelta por los alrededores y yo me quede ojeando el libro de Aislyn, Encontré escrita la carta de la madre de la bruja y preferí pasar de pagina, no quería violar su intimidad aunque me sentí realmente curiosa pues no estaba firmada por la madre-gata que yo conocía.
El primero era un encantamiento sencillo. Lo memoricé de inmediato sorprendiéndome a mí misma y con solo pensarlo incendié una de las cortinas supervivientes de mi nuevo salón, Grité sorprendida y el fuego se detuvo.

¡Fantástico! Tendría que aprender muchos más como esos y me dispuse a ello, seria una contrincante digna para Chistian.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Ragnarok 89


Reencuentro”

Idris

  • Son humanos – nos gritó Keiran desde la ventana sorprendido al ver a Xander defender su casa.
  • ¿Quienes sois? - les pregunte a las dos figuras que me estaban dando la espalda, por sus contornos bajo todas esas capas ropa y capuchas pude distinguir que se trataban de un hombre y una mujer.
  • Idris – dijo una de las figuras dandose la vuelta. Casi sufro un sincopé al ver a mi mejor amigo allí parado frente a mi armado con una ballesta y un cuchillo. La mujer que iba con el se quitó la capucha y me miró asombrada, era la chica Resident evil.
  • ¿Estás vivo? - le grité y sin más corrí hacia él a velocidad descomunal. Le abracé con fuerza y lo tiré contra el suelo sin darme cuenta.
  • ¿Cerrasteis la grieta? - preguntó él cuando le ayudé a levantarse.
  • Si, pero es una larga historia que te contaré después – le dije mientras le tendía la mano a la chica y nos presentábamos apropiadamente. Aislyn, Keiran y el pequeño también salieron a saludar al nuevo recién llegado. Xander simplemente le gruñó un “hola” ilegible y se marchó.

Entramos todos a la cabaña y les pusimos al día sobre todo lo que había pasado, lo que le había ocurrido a mi némesis, saltando y omitiendo el hecho de que estábamos enamorados o habíamos estado enamorados...
Expliqué el plan que tenia pensado para equilibrar en cosmos y por supuesto ambos decidieron combatir a mi lado, también evité contar mi ya predestinada muerte o mi apuesta con Chistian.
Xander entró a la casa agarrando por la camiseta a un chico pequeño, pude reconocerlo como el chico que había estado en la ciudad bajo tierra.

  • ¡Justin! - gritó Erik y el muchacho se zafó de Xander y corrió a sus brazos.
  • Mary, Justin y yo fuimos los únicos supervivientes de la colmena – al parecer ese era el nombre usado para la ciudad bajo tierra y se adaptaba perfectamente.
  • Tengo algo que decirte – me dijo Mary que solía hablar más bien poco – Erik cree que tú y yo somos familiares – espetó mientras se remangaba la camiseta y me enseñaba el tatuaje de la muñeca. Un Trébol.
  • ¡¡Dios mio!! - le dije acercándome para tocarlo – debes de ser alguna tatatara sobrina nieta o algo por el estilo.
  • Tomar un buen desayuno – dijo Aislyn entrando al salón y colocando varios panecillo y pasteles. Justin miraba la mesa como si fuera la primera vez que veía algo así, era más que probable que efectivamente fuera la primera vez que el niño viera o comiera algo como eso, me dije a mí misma mientras le daba un muffin para que lo probara.
  • Os ayudaremos a reclutar humanos, tenemos algunos contactos con varias colonias de aquí podemos ir a buscarlos y contarles lo de la batalla. ¿estas segura de que los demonios van a dejar de cazarnos? - preguntó Erik eufórico.
  • Si, estoy segura – afirmé.
  • No es necesario que busquéis a nadie, yo os puedo ayudar, sé de un hechizo para atraer a los humanos – dijo Aislyn dejándonos boquiabiertos.
  • Eso es genial, pero voy a buscar algún sitio seguro lejos de aquí, cuando lo tenga vienes, lanzas el conjuro y me ayudáis a poner las salvaguardas – les dije contenta.
  • Esta bien pero intenta hacer tú misma algún conjuro de los que te he dado, porque tengo la sensación de que eres un diamante en bruto, creo que tienes escondido más poder del que imaginamos – espetó la bruja clavando la mirada sobre mí de forma intimidante, sentí varios pinchazos en mi cabeza mientras le mantenía la mirada y cuando la retiró le sonrió divertida a Keiran.
  • ¿Qué pasa?¿Qué has hecho? - pregunté extrañada.
  • He intentado tantear tus poderes, pero te escapas a mi control con una fuerza brutal, ni los winlows que son criaturas interdimensionales son capaces de rechazarme con tanta fuerza – explicó divertida – creo que si eres capaz de conjurar algún hechizo del libro lo vas a hacer unas diez veces más poderoso de lo que podría hacerlo yo, por eso tienes que intentalo para que las salvaguardas y el conjuro de reclamo lo realices tú y así sea más poderoso.
  • Voy a marcharme a buscar un sitio seguro, Keiran enseñales a Erik y a Mary mi cabaña para que puedan descansar cómodamente en una cama y se den una buena ducha caliente, que Justin se quede con vosotros aquí si quiere – dije mirando a Erik y tapándome la nariz divertida. Mi mejor amigo se rió con fuerza y mi corazón se calentó con los recuerdos del pasado. Mis ojos se humedecieron y decidí que ese era el momento oportuno para salir de allí a toda velocidad y dicho y hecho en un pestañeo salí de la cabaña y trepé por la cuerda hasta mi cabaña donde ya me esperaba Xander.
  • Sigo siendo más rápido que tú – me dijo divertido.
  • Tarde o temprano podré contigo.
  • El chico de antes... ¿era tu pareja verdad? - preguntó el demonio curioso.
  • No, es mi mejor amigo, pero...¿a que se debe esa pregunta? - Xander simplemente torció el gesto y contestó con un gruñido extraño.
  • Ayudame a meter las mantas del armario en el saco azul, voy a llenar de comida en lata y demás pertenencias el resto de mochilas, hay que evitar volver aquí lo máximo posible no quiero que nadie descubra este lugar, necesito mantener a esa familia a salvo aunque me cueste la vida – le dije frenética mientras llenaba de cosas las mochilas.
  • Tu vida también es importante – rebatió el demonio.
  • Lo sé, pero no tan importante como la de ellos – le dije mientras cargaba a mi espalda dos de las mochilas anudadas juntas.
  • Hay algo que no me estas contando y pequeña... voy a averiguarlo – amenazó el nox sonriéndome.
  • Olvidate de eso y busca un lugar seguro no demasiado grande con casas ya construidas y cerca de la llanura.
  • Lo tengo, hay un pequeño pueblo a un kilómetro del río hacia el sur, como mucho tendrá veinte casas.
  • Me vale, llevame allí – le dije agarrándome a su mano y cargándole con otra mochila más– cuando estemos allí si no quieres formar parte de esta locura puedes marcharte... - le dije teniendo miedo de que me abandonara.
  • No te voy a dejar sola en ningún momento – me dijo aclarándose la garganta nervioso.



viernes, 21 de noviembre de 2014

Ragnarok 88



La señal de llamada”

Idris

Xander y yo nos transportamos a cien metros de mi casa árbol, mis salvaguardas y las de Keiran ahora mucho más intensificadas impedían al demonio acercarse demasiado con la teletransportación.
El nox estaba herido, podía verlo por su forma de moverse, el golpe que le había sacudido Chistian había debido romper al menos dos de sus costillas.
Era noche cerrada y la cabaña tenia todas las luces apagadas. Nos acercamos al árbol sin hacer ruido, pero fuimos interceptados por Keiran.

  • Habla – me ordenó.
  • Vaya... ni si quiera un simple saludo... - contesté intentando evitar sus ojos.
  • Habla ya o te lo saco a golpes ¿Dónde habéis estado? - preguntó torciendo el morro.
  • He estado visitando a Chistian, le he propuesto una batalla dentro de diez meses en la llanura del río, humanos contra demonios ¿no es genial? - le dije dejándole completamente boquiabierto.
  • Dejate de estupideces y dime la verdad .. - se quedó mirándonos fijamente sorprendido - ¿Estarás bromeando? - Preguntó bufando.
  • No, no bromea, está completamente loca – le dijo Xander agarrándose con fuerza el pecho. Los nox podían curarse solos en poco tiempo pero las fracturas que tenia Xander debían ser más serias de lo que parecían.
  • ¡Estas loca! - me regañó el que desde hacia ya un tiempo se había convertido en mi hermano mayor.
  • Miralo de esta manera... - comencé a explicar – Por el momento el mal tiene ventaja sobre el bien, por lo que el equilibrio está descompensado, yo soy el eslabón perdido, si yo falto... - dije esto ultimo con tacto para evitar que Keiran se sintiera incomodo y evitar que Xander supiera nada – el mal tendrá mucha más ventaja ya que el pequeñajo todavía es un bebe. Cuando toqué el orbe, fui raramente dotada con algo que todavía no sé explicar, pero soy capaz de notar el equilibro y desequilibrio del planeta y recuerda que Gaia nos dijo que esta era una segunda oportunidad para nosotros, no podíamos romper ese equilibrio ni para bien ni para mal y creo que estos próximos meses son una especie de examen... - Keiran intentó interrumpirme pero contesté a su pregunta antes de que pudiera formularla – No tengo ni idea, no sé por qué sé todas estas cosas, no sé por qué tengo la certeza de que todo lo que digo es cierto, pero estoy completamente segura de que no me equivoco.
  • ¿Qué ganas con luchar contra Chistian? - preguntó Keiran más tranquilo.
  • Debilitar su lado lo suficiente para darle tiempo al pequeño Gregory a crecer. Se que no voy a poder matar a Chistian, pero voy a conseguir diezmar su filas lo suficiente como para que les cueste un buen tiempo recuperarse.
  • ¿Sabes que vas a morir en sus manos? - Preguntó enfrentando mi mirada. Xander se quedo mirando fijamente al suelo.
  • Lo sé – le dije sin querer darle más explicaciones. No quería que supieran que él simplemente quería hacerme su exclava principalmente porque realmente tenia pensado morir en esa batalla, bien en sus manos o en las miás propias, jamas me metería en su cama, el Chistian del que había estado enamorada ya había muerto y eso era algo que no podía olvidar.
  • ¿Qué vas hacer ahora? - preguntó Keiran.
  • Voy a coger mis cosas y me voy a ir lejos a encontrar a los humanos para preparar mi ejercito, me quiero retirar lo suficiente de aquí para evitar visitas indeseadas a vuestra casa – le dije agarrándome a la cuerda que subía a mi casa árbol.
  • Esta bien, pero lleva esto contigo – dijo una voz femenina sobresaltándonos a todos. Aislyn estaba detrás de su marido que dio un bote descomunal al escuchar la voz de su mujer. El pequeño Gregory dormía plácidamente sobre sus brazos.
  • Enhorabuena – le dijo Xander a Keiran quien le sonrió feliz.
  • Gracias – contestó la pareja con los rostros iluminados de felicidad.
  • Ten este libro – me dijo la mujer dándome un pequeño libro negro – el ultimo hechizo ya no sirve, es el que me dio todo el conocimiento del libro y la inmortalidad. No sé si seras capaz de hacer magia puesto que eres una criatura un tanto... inclasificable, pero si eres capaz de aprenderte estos hechizos, podrás ser capaz de derrotar a muchos demonios e incluso... - la mujer dudó mirando el rostro de su marido. Sabía lo que estaba pensando, las mujeres somos muy previsibles y ella se estaba poniendo en mi lugar, estaba imaginándose tener que matar a Keiran... o quizás estaba recordando esa sensación, ese desasosiego...
  • Tranquila, no te preocupes por mi – le dije cogiendo el libro y haciendo una pequeña carantoña al recién nacido – vendré antes de marcharme – les prometí mientras le tomaba la mano a Xander – transportanos arriba que no creo que puedas subir por la cuerda en tu estado – muy obediente el demonio nos transportó a mi pequeña cabañita.

Cuando por fin estuvimos arriba lejos de las miradas culpables de la pareja, Xander se tiró sobre mi cama dejando escapar un gruñido de dolor que me puso los pelos de punta.
Había recibido un buen golpe por parte de Chistian y no parecía que este se hubiera esmerado mucho en su ataque... era imposible que yo pudiera ganarle en un cuerpo a cuerpo, ¿podría ayudarme el libro de hechizos de Aislyn? Tendría que intentarlo, hasta el momento durante los entrenamientos que había tenido con Keiran, solo era capaz de lanzar bolas de energía eléctrica, moverme a mucha velocidad y ahora era capaz de predecir o visualizar de alguna manera el equilibrio cósmico.
Aislyn tenia razón, yo era una criatura inclasificable.


  • Quitate la camiseta y dejame ver cuan magullado estas – le dije a Xander mientras cogía de un armario mi botiquín.
  • No te preocupes por eso mañana estaré como nuevo – dijo ya completamente tumbado sobre mi cama y respirando con dificultad.
  • ¿Hay algo que pueda hacer por ti? - le pregunté bastante más preocupada por él de lo que jamas admitiría.
  • ¿Podrías traerme algún conejo o algo de caza? - me dijo dejándome completamente fuera de juego – necesito la sangre, me curo más rápido – dijo al ver la cara de imbécil que debí poner – y estoy seguro de que si te pido que me traigas un humano vas a negarte en rotundo – continuó divertido.
  • ¿Te vale un poquito de mi sangre? - pregunté nerviosa y con el corazón en un puño, no podía hacer lo que me pedía era imposible que yo pudiera cazar un animal para semejante propósito. Keiran era quien se encargaba de esas cosas en la casa, Aislyn y yo solo veíamos la carne bien hecha en el plato porque si no, ambas eramos incapaces de comérnoslo.
  • Seria perfecto, pero vas a tener que cortarte tú ya que debido a... bueno ya sabes, no puedo hacerte daño – contestó incorporándose. En ese momento Keiran se materializó enfrente nuestra con una botella de cristal con un liquido espeso y rojizo... Sangre y debía estar caliente por el humillo que salia del cuello de la botella. Los ojos del nox se tornaron verdes.
  • Bebe de aquí, pero no te acostumbres – le dijo Keiran acercándose a la cama y tendiéndole la botella – Idris ten mucho cuidado con esta locura que vas hacer y recuerda todo lo que te enseñado, deberías también practicar con Xander, pero – esta vez dirigiéndose al demonio que apuraba los últimos tragos de la botella – debes tener cuidado con ella ahora que – interrumpí rápidamente a Keiran con mi mirada supo que debía callarse, yo quería mantener en secreto el hecho de que ya no era inmortal y el Nephelim lo entendió a la primera, dejando completamente descolocado al nox.
  • ¿Qué pasa? ¿De que tengo que tener cuidado? - preguntó molesto sabiendo que le ocultábamos información.
  • Nada, ademas no te preocupes... bueno que ya sabes que tengo un escudo contra él – dije sin querer volver a vociferar sobre mi nula actividad sexual. Keiran se puso algo incomodo con la conversación y por fin se despidió de nosotros y se marcho.
  • ¿Te encuentras mejor? - le pregunté al demonio poco después de salir del baño con mi ropa de dormir puesta.
  • Si estoy mejor, pero ¿puedo pasar aquí la noche? - preguntó viéndose completamente diferente a como era él, no era propio del nox estar tan serio y tan cordial, lo más extraño era que no hubiese hecho algún tipo de insinuación sexual o broma bochornosa sobre mi cama ect...
  • Puedes dormir aquí no hay problema, pero ¿realmente estas bien? - pregunte preocupada mientras me acercaba a él. Aparté rápidamente la botella se sangre de la mesilla y me incline sobre la cama para verle mejor el rostro.
  • No tengo buen aspecto – afirmó el al ver mis ojos escutandole.
  • No, no tienes buen aspecto y estas tiritando – le dije tocándole la mejilla que estaba helada – ¡estas congelado! - le grité a la vez que él levantaba la manta y tiraba de mi brazo hacia él. En cuestión de segundos me había metido en la cama junto a él que seguía tiritando sin parar. Una parte de mi quería levantarse, pero otra parte me decía que no debía hacerlo, él estaba tan herido por mi culpa y ahora me tocaba ser consecuente con mis actos.
  • Esta bien, solo por hoy, realmente necesito calor – dijo con un susurro.
  • Muy bien pero cuidado con las manos o soy capaz de rompértelas y los colmillos guardados también – le dije de forma figurada.
  • Prometido – dijo pegando su cuerpo un poco más al mio, pero sin ser un acercamiento incomodo. Para mi propia sorpresa no me sentía para nada incomoda en la cama con Xander y esa certeza me asustó lo suficiente como para valorar esos meses que había pasado con él, el demonio realmente se había convertido en mi amigo... no podría remplazar a Erik, pero realmente había comenzado a apreciar al nox más de lo que le pensaba.

A diferencia de Xander yo no podía quedarme dormida, no sabía por donde empezar esta cruzada en la que me había metido, tenia que encontrar un lugar seguro y atraer de alguna forma a los humanos hasta allí, sacarlos de los bosques y de los agujeros donde estén escondidos para que se unan a nosotros en la batalla. sabía que no iba a ser una tarea fácil, pero tenia la certeza de que lo que estaba haciendo era lo correcto.
La muerte golpeó mi cabeza por primera vez en todo el día, no había pensado demasiado en eso para evitar sentirme incomoda o asustada, pero esa sombra había estado sobrevolando mi cabeza hasta que había encontrado una grieta y se había filtrado. Mi muerte. Era algo horrible saber que tan solo me quedaban diez o doce meses de vida. ¿El mundo seguiría igual cuando yo no estuviera? Me preguntaba nerviosa sin parar de moverme en la cama. sabía que si, que mi perdida afectaría solo a unos pocos, y que con algo de tiempo lo superarían. Tenia miedo.

  • Llevas toda la noche revolviéndote como una lombriz, ¿Qué te pasa? - preguntó Xander que me tenia abrazada contra su pecho. Salí del incomodo duerme vela y pude ver claridad en la cabaña, al parecer ya había amanecido.
  • Estoy nerviosa, son muchas cosas las que tengo que hacer a partir de ahora – le dije sin apartarme de su cuerpo, se estaba muy calentito. Xander apoyó su mentón sobre mi cabeza y gruñó enfadado.
  • ¿Por qué piensas que vas a morir en esta batalla? - me preguntó perspicaz. Debí de haber hablado en sueños, tenia que inventar algo rápido.
  • Pues porque va a ser una batalla dura y no tengo intención de cumplir la promesa que le hice a Chistian, por lo que la mejor opción si no gano es morir – expliqué.
  • Tiene sentido, pero no pienso dejar que mueras – espetó dejándome helada.
  • Tu no te metas en eso, ¿Qué más te da? - dije nerviosa.
  • Pues porque yo te … - corté a Xander tapándole la boca y agudicé el oído. Él al principio sorprendido se puso en guardia y sin movernos ambos escuchamos unos pasos rápidos por debajo de nuestra cabaña. Quien quiera que fuera iba a toda velocidad a casa de Aislyn.

Salté rápidamente de la cama y me lancé hacia la cuerda para bajar de la cabaña a toda velocidad, por el rabillo del ojo vi a Xander esfumarse y aparecerse a los pocos segundos en la puerta de Keiran.
Dos intrusos quedaron atrapados entre el nox y yo.











miércoles, 19 de noviembre de 2014

Ragnarok 87


Recuerdos”

Chistian

Esa mujer, ese olor... esa horrible sensación de cercanía... No podía dejar de pensar en ella, en cuanto traspaso la primera salvaguarda que había puesto a muchos kilómetros de distancia de la mansión no había podido evitar salir a toda velocidad hacia allí atraído por su presencia.
Hablar con ella me había producido una fuerte sensación de deja vu que me hacia sospechar de ella, pero era muy frustrante, no recordaba nada de lo que había sido hasta mi renacer como demonio y tenia que reconocerme a mi mismo que tampoco tenia mucho interes por saberlo, o al menos no lo había tenido hasta ahora.
La batalla que había propuesto la muchacha era una gran ventaja para nuestro bando, podríamos tener a todos los humanos reuniditos en el mismo lugar y cuando los derrotáramos podríamos capturarlos mucho más fácilmente.
¿Qué tipo de criatura era esa mujer? me preguntaba constantemente el subconsciente... no podía responderme por más que pensaba no encajaba en ninguna clase de ángel o demonio... me estaba volviendo loco.

  • Mi lord – dijo la voz se Ion mi mano derecha, sacándome por fin de mis atormentadores pensamientos.
  • ¿Qué ocurre? - pregunté mientras me sentaba en el sofá del salón.
  • Hemos perdido un escuadrón de nox en la zona sur a unos doscientos metros de aquí – mi cabeza volvió a recordar a esa mujer. ¿podría haber sido ella y ese traidor?
  • ¿Cuántos?
  • Cuatro. Han sido atacados por seis humanos, y no ha habido ninguna baja humana– dijo el demonio de la venganza agachando la cabeza abochornado.
  • ¡Unos simples humanos! - exclamé algo aliviado... no había sido ella..
  • Reúne a todos los jefes de los escuadrones, necesito que estén aquí en tres horas, hay algo que debo comentarlos – ordené a Ion. Desde esa misma noche la caza furtiva de humanos terminaría.



Ragnarok 86

   “Fiasco”

Idris

Cuando abrí lo ojos mi expresión de asombro arrancó una enorme carcajada de Chistian que era el que sostenía mi mano divertido.

  • Esos trucos de niños... ¿pensaste que funcionarían contra mi? - preguntó realmente interesado. Xander seguía de pie junto al árbol esta vez mirándome avergonzado...
  • Hagamos un trato. Durante estos próximos 10 meses no cazes ningún humano, reunámonos de nuevo cuando pasen esos diez meses en la llanura que hay al sur del río, yo traeré mi ejercito y tú traerás el tuyo, ¿Qué te parece? - Le propuse dejando a los dos demonios completamente trastocados.
  • ¿Hablas en serio? - me preguntó Chistian todavía sin soltar mi mano. No estaba muy segura de todo lo que había dicho, pero la idea que se había venido a mi cabeza durante varios segundos me había parecido la más lógica. Reagruparía a los humanos restantes y lucharíamos contra los demonios, protegería a los niños y entrenaría al resto, incluso intentaría reclutar algunos demonios que como Xander no estuvieran dispuestos a serle fiel a su nuevo líder, con un poco de suerte podríamos debilitar el lado oscuro durante unos largos años hasta que Gregory fuera un poco más mayor, podríamos darles tiempo para que la luz se hiciera fuerte mientras la oscuridad se recuperaba de un fuerte golpe, y es que tenia claro que no iba a morir sola, me iba a llevar conmigo a más de un demonio.
  • Trato hecho, pero no habrá muertes innecesarias, los humanos que se atrevan a luchar si pierden, que seguro perderán, se van a unir a nuestra granja para poder criarlos y tú vas a ser mi puta hasta que me canse de ti – dijo tirando de mi mano hacia él y envolviéndome entre sus brazos.
  • Hecho – le dije con un hilo de voz a tres centímetros de sus labios.
  • Aceptando el trato acabas de destruir todas las barreras que te daba tu virginidad contra mí, ahora si puedo hacerte lo que quiera sin que tu escudo pueda detenerme – dijo estampando sus labios contra los míos y fundiéndose con mi lengua. Rechazo, fue lo que sentí al besarle, anhelo y tristeza... su beso supo más amargo de lo que podía haberme imaginado.
  • Nos vemos en la llanura dentro de 10 meses – le dije apartándome de él y lanzandole una fuerte descarga eléctrica con mis manos para que me diera espacio.
  • Vayámonos – le dije a Xander mientras corría hacia él y tomaba su mano. Chistian no nos siguió, estaba realmente sorprendido con mis poderes, me había considerado una simple humana hasta que le sacudí con la descarga. Xander y yo desvanecimos sin volver la vista atrás.







Ragnarok 85

       “El encontronazo”

Idris

Xander y yo desaparecimos de mi cabaña sin avisar a nadie, Keiran sabría a donde había ido y Aislyn tenia cosas mejores que hacer que preocuparse por mi.
Me transporté con el nox hacia la que habíamos empezado a llamar la zona oscura.

  • Ya no puedo acercarme más sin ser descubiertos, ¿Cual es tu plan? - me preguntó mientras soltaba mi mano.
  • Solo hay una manera de poder ver a al jefe y esa es dejarse detener por sus súbditos y mentir diciendo que tengo información importante que transmitirle, estoy casi segura de que me conducirán hacia él.
  • Eso es una locura – dijo el demonio apoyándose en un árbol cercano.
  • Es la única manera, ¿Crees que llegaría muy lejos a medida que me fuera acercando? Seria detectada enseguida y aunque llegara a la mansión, seria imposible encontrarle antes de que me detuvieran.
  • Ya te dije que era una locura venir aquí.
  • Ambos tenéis razón – dijo una voz horriblemente conocida detrás de nosotros.

Chistian estaba frente a mi, había sido mucho más fácil de lo que había imaginado, pero ahora me había quedado sin recursos, no podríamos ganarle ni luchando cuerpo a cuerpo ni con magia.
El miedo comenzó a recorrer mi cuerpo haciendo que el demonio elevara su cabeza y olfateara el aire.

  • Estas asustada - afirmó mirándome con esos ojos tan distintos a los suyos.
  • Tengo algo que proponerte, deja libre al demonio – le dije sin pensar demasiado.
  • El demonio puede marcharse a mi quien me interesa eres tú, tienes un olor muy característico, en cuanto que te has acercado a mi campo de fuerza he podido olerte – dijo instando a marcharse a Xander con un gesto despectivo con la mano.
  • No me marcho hasta que sepa que estas a salvo – dijo el nox agarrándome del brazo. Gesto que produjo un gruñido salvaje en la garganta de Chistian. Celos. Si eran celos empezaba a acordarse de algo, me inste a mí misma a tocar con delicadeza el brazo del demonio y lanzarle una mirada tierna, no me dio tiempo a pronunciar ni una sola palabra, Chistian saltó contra Xander propinándole un fuerte golpe en el pecho y éste indefenso impactó contra un árbol.
  • ¿Quien eres? ¿Por qué me siento así cuando estas cerca? - preguntó Chistian mientras se acercaba a mi y me acariciaba el cuello con su dedo indice. La piel se me puso de gallina y esa reacción pareció excitar mucho más al demonio que había dentro de él. Sin más lanzó su boca contra mi cuello a velocidad sobre humana, pero algo que ya no resultaba tan sorprendente ocurrió. Chistian salió despedido hacia atrás con los ojos inyectados en sangre.
  • ¡Virgen! - otra vez no pude evitar enrojecerme.
  • Quiero luchar contra ti – le espeté al demonio. No estaba muy segura de como era posible que yo supiera que, en el momento en el que yo muriera, el equilibrio estaría mucho más inclinado hacia el lado oscuro, ya que según había demostrado Christian, se había hecho mucho más fuerte de lo que se suponía en muy poco tiempo. Gregory todavía era muy pequeño y temía por su vida y la de sus padres cuando yo ya no pudiera cuidad de ellos, eso era lo único que me aterraba de saber que iba a morir – Xander que ya se había medio recuperado del impacto nos interrumpió.
  • ¡No! ¿Estas loca? - dijo desde la distancia.
  • No voy a ayudarte a suicidarte humana, pero si quieres estar en mi cama eres más que bienvenida... – contestó Chistian sin ni siquiera pensar bien en lo que me había propuesto.
  • No me recuerdas ¿verdad? - pregunté dejándolo confundido.
  • No, ¿nos hemos visto antes?
  • Si, eramos compañeros de aventura – dije sinceramente.
  • ¿Qué aventura? - preguntó de pronto interesado.
  • Es una larga historia y no tengo tiempo para contártela, si no estas dispuesto a luchar al menos dejame ir.
  • ¿Dejarte ir? - dijo con una carcajada.
  • Si, me vas a dejar ir – dije y sin más apreté los puños y conjuré una espesa y pesada niebla negra. Solo tenia varios segundos para desaparecer y corrí rápidamente hacia donde estaba Xander, tomé su mano y esperé a que nos transportara lejos de allí.










domingo, 16 de noviembre de 2014

Ragnarok 84

Espero que os este gustando el libro, ahora comenzamos a encarar la recta final!!!




DOS MESES DESPUES 

    “La nueva Idris”


Idris

Habían pasado dos meses desde que habíamos cerrado la grieta. yo me había construido una pequeña casa en los arboles que rodeaban la cabaña de Aislyn y Keiran. Era un loft, con una pequeña cocina americana y tan camuflada o más que la de mis ahora mejores amigos. Aislyn me había enseñado a usar parte de mi magia y ya casi lo tenia controlado y Keiran había sido muy paciente conmigo mientras intentaba enseñarme a luchar cuerpo a cuerpo, aunque jamas seria capaz de defenderme como dios manda, había mejorado algo. Mi maestro me recomendó que en caso de llegue una situación en la que tuviera que defenderme únicamente con mi cuerpo lo más acertado era que corriera lo más rápido posible. Era un desastre, mi cordinación con los movimientos o más bien falta de ella había hecho que me lesionase a mí misma más de una vez.
Xander se quedo con nosotros solo tres días, después se despidió educadamente y se marcho, no hablo mucho durante el tiempo que estuvo, pero no hizo falta que lo hiciera, estaba igual de preocupado que nosotros por lo de Chistian, aunque sus motivos eran distintos a los nuestros.
El nox vino a la cabaña en dos ocasiones para informarnos sobre los movimientos que estaban haciendo los demonios para reunirse. De Chistian no habíamos vuelto a tener noticias, y tampoco me gustaba que nadie mencionara su nombre, no podía evitar sentirme culpable por todo lo que había sucedido y me destrozaba el corazón el simple hecho de pensar en él.
Me había hecho una promesa a mí misma, tenia que olvidarme de él, tenia que seguir con mi interminable vida y asumir que el Chistian que había conocido, al que había amado con todo mi ser sin darme cuenta durante tantos años, estaba muerto. Era mucho más fácil conciliar el sueño de esa manera y así es como debía ser.
Tenia que dejar de torturarme.
Un grito desgarrador captó mi atención de inmediato, había venido de la cabaña de Aislyn. Salí corriendo de mi loft y me lancé hacia el suelo desde los arboles, no sentí sobre mi cuerpo la caída de más de quince metros, desde que era inmortal había desarrollado mucho más mis poderes y ahora era dura como una roca y estaba mucho más delgada, algo que había comenzado a preocupar a Keiran.
Entré en la cabaña como un elefante en una cacharrería.


  • ¿Qué pasa? - pregunté después de tirar un jarrón que había en la entrada y de quedarme con la puerta en la mano. Todavía me costaba controlar mi fuerza.
  • Mañana sin falta lo arreglas todo – me gritó Aislyn que estaba sobre el sofá blanco. Su cara estaba desencajada, su gesto de dolor era desgarrador y su intento de respirar como la indicaba su marido trajo mi mente la imagen de un pez boqueando fuera del agua.
  • Esta de parto, ayudame – me suplicó Keiran que tenia a su mujer agarrada de la mano, aunque era más bien Aislyn quien le estrujaba la mano.
  • Yo no tengo ni idea de lo que hay que hacer – dije arrepintiéndome de inmediato por haber acudido en su auxilio. Intente darme la vuelta y dejarlos solos, pero Aislyn me detuvo.
  • ¡Tu no te marchas de aquí, ayudame a tener este bebe! - Me gritó la parturienta mirándome con los ojos inyectados en sangre.
  • Esta bien, ¿Qué hago? - pregunté acercándome a Keiran.

Todo paso increíblemente rápido, Aislyn se puso a empujar con cada contracción. Yo tenia que hacer todo el trabajo sucio ya que ella se negó a soltarle la mano a su marido, mano que seguramente después de esos apretones tendríamos que amputarle. En menos de una hora la cabeza del bebe asomo regando el precioso sofá blanco de sangre y liquido amniótico.
Me dejé llevar por mi instinto y cuando la cabeza estaba casi fuera de su vagina se la sujeté y comencé a tirar con mucha suavidad. No hizo falta mucho más esfuerzo, el resto del cuerpo del bebe salió patinando fuera envuelto en muchos fluidos que no sabía identificar. Antes de que sus padres lo vieran, sucedió algo extraño, como si fuera un holograma. Unas alas blancas brillantes se proyectaron sobre la espalda del niño. Aislyn ahogó un grito cuando lo vio y juro haber visto los ojos de Keiran humedecerse.
Las alas desaparecieron de la misma manera de la que había aparecido y deposité al niño sobre el pecho de su madre que lloraba de emoción.

  • Gregory – dijeron los dos al unisono. Un mazo golpeó mi corazón al pensar la ilusión que le habría hecho a Chistian saber que el niño se iba a llamar como su hermano pequeño.
  • ¿Qué son esas alas que le han salido? - pregunté casi sin querer.
  • Él es la luz, Gregory es el líder de la luz... - dijo el padre casi ensimismado.
  • Keiran... algo no va bien... - susurró Aislyn haciendo que los dos nos giráramos para mirarla. Estaba demasiado demacrada.
  • Hay que sacarle la placenta – dijo él. Me dieron al bebe que inmediatamente arropé con una toalla limpia que tenían preparada y Keiran comenzó a presionar con sus manos sobre la tripa de Aislyn. No pude aguantar los sollozos y los gritos y me fui con el bebe a la cocina.

Al cabo de media hora, Keiran se reunió conmigo en la cocina, había lavado a su mujer y la había llevado a la cama para que descansara, me quito al bebe de encima y se dispuso a limpiarlo a el también. Había preocupación en su rostro, pero no me atreví a preguntar.
No me separé de su lado y le fui ayudando en todo lo que me pedía hasta que el bebe estuvo limpio y vestido.
Fuimos al dormitorio donde Aislyn dormía.

  • Cariño, despierta, hay que darle de comer – le susurró su marido dulcemente. Ella inmediatamente abrió los ojos y cogió al pequeño. Ambos se acomodaron y Gregory rápidamente encontró su pecho.
  • Es precioso, enhorabuena a los dos – les dije casi con lagrimas en los ojos.
  • Gracias Idris, muchas gracias por ayudarnos, no sé que habríamos hecho sin ti – dijo ella avergonzándome.
  • No he hecho nada... - le quité importancia. Keiran me miró de una manera extraña y por su expresión pude entender que quería que saliera fuera de la habitación. Obedecí inmediatamente.
  • Ahora venimos cariño – le dijo él mientras me seguía.
  • Tenemos un problema – espetó nada más cerrar la habitación.
  • ¿Qué?¿Qué pasa? - pregunté asustada.
  • Los tatuajes de Aislyn han desaparecido – no sabía a que tatuajes se refería, nunca le había visto ninguno – cuando solo era una simple bruja realizó un hechizo que la marcó la piel con unos extraños tatuajes, un vampiro dio su vida por ella y fue así como a través de ellos Aislyn obtuvo la inmortalidad. Me temo que al dar a luz al niño, ella le ha transferido sin querer su inmortalidad. Está enfermándose y a pasos agigantados.
  • ¿Estás seguro? - pregunté estupefacta.
  • Veo el aura, siento a las personas y la siento a ella, mortal y enferma. Tengo miedo Idris – me dijo cogiéndome de los brazos y enfrentando mis ojos. Nunca había visto semejante expresión en su rostro, las piernas empezaron a temblarme y un agujero comenzó a taladrar mi estomago. Si él estaba asustado las cosas no pintaban nada bien.
  • ¿Qué podemos hacer? - pregunté nerviosa.
  • Tu tienes el poder de sanar, tú y Chistian juntos podéis sanar, lo dicen los libros... lo dice la Profecía, la leyenda... tienes que ayudarme, si la pierdo moriré con ella, no podría soportarlo... yo... - Keiran se estaba viniendo abajo. Lo que me pedía era imposible, era impensable.
  • No, eso no es posible, la Profecía es demasiado ambigua y tiene miles de interpretaciones – le dije intentando pensar.
  • Hay que avisar a Railyn y a Mihail – dijo sin mas.
  • Ya estamos aquí – dijo una voz dulce que ya había escuchado antes. Railyn en su forma humana.
  • Ella se está muriendo – escupió Keiran a bocajarro antes de siquiera saludarlos.
  • Lo sé – dijo ella agachando la mirada. Mihail que estaba a su lado la abrazó con ternura.
  • Keiran, no son ellos juntos los que podrían sanarla – dijo el vampiro – Es el orbe que juntaron los dos quien tiene ese poder.
  • ¿Voy a por él ahora? – pregunté nerviosa.
  • Si, traelo – me instó Mihail. Fui corriendo a mi cabaña y saque el orbe de una preciosa y antigua caja de madera con incrustaciones que me había regalado Aislyn, al parecer era un recuerdo de una buena amiga suya del pasado. Con el orbe en la mano corrí de nuevo hacia la cabaña.
  • Hay un problema que debes saber Idris – dijo Railyn – el orbe sirve para trasferir la inmortalidad de un ser a otro, no la crea de la nada, quien quiera que le de el orbe a mi hija perderá su inmortalidad y perecerá en el plazo de un año.
  • Estoy dispuesta – dije sin pensarlo dos veces. Quería a aquella familia como si fuera la mía y yo ya no tenia nada en este mundo por lo que seguir viviendo. Chistian, el Chistian que amé ya no estaba allí.
  • No pienso permitirte que te sacrifiques – me gritó Keiran – yo seré quien le daré la inmortalidad a mi mujer.
  • Ni lo sueñes – le dije lanzándome a gran velocidad hacia el cuarto donde se encontraban mi amiga y su bebe. Keiran no fue capaz de detenerme y puse el orbe sobre la mano de la muy débil y convaleciente Aislyn.

Sentí como parte de mi era arrastrada hacia el orbe y transferida directamente al cuerpo de la muchacha, no había dolor como cuando obtuve la inmortalidad del demonio, ahora sabía de donde había provenido esa inmortalidad, fue como recordar aquella fatídica noche de nuevo, esa vez con más detalle. El equilibrio tenia que ser restaurado, Chistian como líder oscuro, y el pequeño Gregory como el líder de la luz. No sabía de donde me venían todas aquellas ideas certeras, pero no quería que parase de fluir esa información.
Supe con certeza que tenia que morir, que yo era el desequilibrio entre el bien y el mal, yo tenia que hacer ese sacrificio final del que tanto hablaban las profecías, mientras entregaba mi inmortalidad todo comenzaba a encajar en mi cabeza y sin darme cuenta comencé a aceptar poco a poco mi muerte, incluso llegue a anhelarla más de lo que habría pensado. Mi mejor amigo estaba probablemente muerto, mi familia hacia ya más de cien años que se habían convertido en polvo y Chistian... bueno el Chistian que conocía al que casi no me dio tiempo amar... ese Chistian también había muerto en mi corazón.

  • Estoy preparada – me dije a mí misma en voz alta cuando todo terminó.
  • ¿De que hablas? - preguntó confuso Mihail.
  • No sé como puedo estar tan segura, pero mi destino es morir, yo estoy desequilibrando el mundo, la balanza esta completamente desequilibrada, la oscuridad nos desequilibra completamente, había que elegir, Aislyn o yo.
  • No entiendo nada – Dijo Aislyn soltando el orbe y agarrando mi mano mientras seguía tendida sobre la cama. Su color había mejorado mucho y ya se le veía mucho más sana.
  • Yo tampoco lo entiendo, pero no me arrepiento de nada – les dije con certeza.
  • ¿Estas loca? - dijo Keiran apoyado por los asentimientos de cabeza de su mujer.
  • No está loca, este es probablemente el ultimo sacrificio del que hablan todas las profecías – dijo Railyn abrazándola con los ojos llorosos. No quería llorar, no quería tener que dar más explicaciones y utilicé mi super velocidad para desaparecer de allí. La pena era que se equivocaran...ese no iba a ser el verdadero sacrificio que tendría que hacer.

Subí a mi casa árbol para hacerme una maleta con provisiones, alguna manta y ropa de abrigo ya que era finales de diciembre y el frió comenzaba a azotar la zona, los primeros copos de nieve no tardarían en rodearnos.
Escuche detrás de mi un golpe sordo y sin pensármelo dos veces me agache y lance la pierna hacia atrás tomando por sorpresa al intruso que cayó al suelo con estrépito.
Xander.

  • ¿Qué haces aquí? - pregunté poniéndome de pie y tendiéndole una mano para ayudarle a levantarse. Soltó tres o cuatro improperios y luego tomo mi mano en señal de perdón, pero en vez de dejar que yo tirara de él para levantarlo, el muy cabrón tiró de mi y fui a parar sobre su cuerpo. Con un movimiento tan rápido que consiguió marearme me colocó debajo de él y estampó su salvaje beso sobre mis labios, que se abrieron para recibirlo con más ansias de lo que hubiera imaginado. ¿Pero que demonios estaba haciendo? Me pregunté a mí misma cuando me di cuenta de que comenzaba a gustarme el beso del demonio. Inmediatamente utilicé toda mi fuerza para apartarle y me levanté con rapidez.
  • Vaya, nunca pensé que me devolverías el beso – dijo sonriéndome.
  • ¿Qué haces aquí? - volví a preguntar intentando no sonrojarme.
  • Pareces un disco rayado – me recriminó mientras se sentaba sobre mi cama y botaba para comprobar la estabilidad – parece cómoda, ¿la usamos? - le fulminé con la mirada y no hizo falta mucho más para que se dejara de tonterías y me contestara de una vez.
  • He venido a informaros – dijo poniéndose serio – Chistian ha tomado ya el control de todas las legiones de demonios, yo me he infiltrado en las filas del sur, donde no me conocen ni han escuchado nada sobre mi. Han aniquilado a casi todos lo humanos del mundo, solo quedan unos cien y todos están reunidos en estas zonas. Chistian ha prohibido su exterminación, quiere cazarlos con vida, quiere... crear una granja con ellos, quiere revivir la especie para someterla y que los nox y demas demonios de dieta liquida que quedan puedan alimentarse – sus palabras me dejaron helada, pero le insté a que continuara con el relato – Es muy poderoso, ha destruidos a dos legiones enteras de nox porque no le juraron lealtad, por lo que haciendo cálculos quedan, doscientos o doscientos cincuenta demonios y cien humanos.
  • ¿Sabes donde está él ahora? - pregunté
  • Si, está a unos quinientos kilómetros de aquí, en una pequeña mansión al borde del rió – inmediatamente supe a que mansión se refería – Ha regresado a su casa – susurré para mí misma. Chistian comenzaba a recordar... estaba en su antigua casa y ¿cual era mi suerte? Tenia al nox para que me trasladara allí en un abrir y cerrar de ojos, me iba a ahorrar ocho o nueve días de caminata sola por el bosque.
  • Tienes que llevarme hasta él – dije a bocajarro. Los ojos de Xander se agrandaron con sorpresa e incredulidad.
  • ¿Estas loca?¿Para qué quieres ir allí? - preguntó levantándose de la cama.
  • Tengo que hablar con él antes de... bueno antes de irme – le dije con la voz más temblorosa de lo que me habría gustado.
  • ¿Qué? Dejalo... da igual, es una locura, es un suicidio que vayas hasta él – Contestó sin saber que ya me daba lo mismo, si no me mataba Chistian me mataría el destino en cuestión de un año.
  • Ayudame a llegar allí, no te obligo a que te quedes conmigo, solo ayudame a llegar y luego podrás irte – le suplique.
  • No es tan fácil, puedo acercarte a doscientos kilómetros de la mansión, pero luego tienes que seguir a pie por lo que si andas unas diez horas diarias tardaras tres días y medio en llegar – dijo el demonio haciendo mentalmente el calculo.
  • Pues hazlo, acercame lo máximo que puedas.



Te vas sin dejarme un comentario....

Te vigilo....


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