Aviso importante

Las novelas aquí publicadas son de mi autoría y están registradas en el registro de la propiedad intelectual de España a mi nombre.
Para cualquier duda o aclaración, se puede contactar conmigo al correo: alba.galvez1985@gmail.com

martes, 30 de diciembre de 2014

Ragnarok 109


El renacer de una nueva era”

Idris

Abrí los ojos. Algo que jamas se me paso por la cabeza poder hacer. Estaba en mi dormitorio y era noche oscura... no entraba nada de claridad por la ventana.

Recapitulé sobre todo lo que había sucedido. Guerra. Muerte. Erik. Xander, herida en mi estomago...
No me moví bruscamente para evitar alguna punzada de dolor, pero lleve mi mano hacia mi vientre con cuidado para inspeccionar como de mal estaba.
No había ninguna herida, comprobé confundida.

¿Lo habíamos conseguido? Me pregunté a mí misma mientras me incorporaba.

Una sombra extraña se movió al otro lado de mi habitación e intenté proferir un grito, pero nada salió de mi garganta.
Rápidamente la aclaré y antes de que pidiera al extraño que se dejase ver, este encendió lo que pareció una vela y se acercó a la cama.
Gaia.

  • Pensé que no despertarías nunca – me dijo mientras se sentaba junto a mi.
  • Eso pensaba yo también – confesé divertida – por lo que veo hemos ganado.
  • Por el momento si, pero ya sabes que ahora te toca una lucha encarnizada cada día para evitar que el equilibrio se desajuste demasiado.
  • ¿Demasiado? - pregunté confusa.
  • Tiene un margen, un margen que es el que origina que haya más paz o haya más guerra – explicó.
  • Antes, en la época en la que yo vivía, la balanza estaba a favor de los demonios ¿verdad? - pregunté curiosa.
  • Si, y llevaba así al menos unos cien años, pero justo en tu época fue cuando ese margen se rompió y el lado de la oscuridad ganó terreno. Val no fue muy bueno en su trabajo – dijo más para si misma que a mi. ¿quien coño era Val? Me pregunté curiosa.
  • El que tenia tu posición actual – contestó. No me acordaba que podía leer mi cabeza – pero no estoy aquí para charlar contigo, tú me pediste algo si ganabas la guerra y como lo has hecho estoy aquí para dártelo, pero recuerda hay algunas cosas que no puedo hacer.
  • Lo sé – dije nerviosa y le hice mi petición antes de que pudiera leerla en mi cabeza.
  • Quiero que le quites mis recuerdos a Chistian, quiero que no me recuerde, que no recuerde nada de lo que fue su vida antes de transformarse – solicité dejando a mi interlocutora completamente desconcertad.
  • Eso puedo hacerlo, pero... - y leyó la respuesta en mi mente. Yo quería que Chistian no se torturara con su pasado, quería que él viviera sin esos recuerdos para que no se hiciese daño o que no nos lo hiciese a Xander y a mi, pero sobre todo, quería que el Chistian al que había amado fuera ya por fin enterrado, en el momento en el que esos recuerdos desapareciesen, esa criatura solo tendría su rostro, pero nada más– Entiendo... es una petición muy altruista por tu parte y como... incentivo por tu valiente actuación y por resistirte a la tentación de Nergal para que usaras la magia – ¿Cómo se había enterado de eso? - yo lo sé todo – prosiguió- voy a darte un mensaje de donde las almas moran.
  • ¿De quien? - pregunté ansiosa.
  • Cuando lo escuches lo sabrás... el mensaje dice así, literalmente; Hola coletas, Erik está ahora conmigo, te prometo que lo cuidaré como a un hermano. Ambos estamos bien. Se feliz. Te amo.
  • Christian... - dije mientras mis ojos se llenaban de lagrimas, Gaia golpeó amablemente mi cabeza pero sin ningún signo de empatía evidente, aunque había empezado a conocerla...y también sabía que leía mi cabeza... ¡joder!
  • Bueno, me marcho, ya sabes lo que tienes que hacer – ordenó y de pronto desapareció en las sombras de la noche.

Escuché jaleo al otro lado de la puerta y me puse de pie rápidamente.
¿Quien estaba despierto a esas horas?¿Cuanto tiempo llevaba dormida?
La voz de Xander se filtró a través de la puerta, hablaba amigablemente con una mujer... era Aislyn. Keiran también estaba allí.
Estaban todos a salvo, me dije a mí misma respirando tranquila. Erik no había corrido la misma suerte. Su muerte volvió a reproducirse en mi cabeza como una mala película de serie B. Las lagrimas inundaron mis ojos, pero sabía que él no hubiera querido que nadie le llorara, él era así, siempre tan orgulloso, pero yo, tarde o temprano, me escondería bajo una manta y lloraría su muerte hasta limpiar mi corazón de la pena.

  • ¿Por qué no vinisteis antes? - preguntó mi nox y ahora consorte.
  • Estábamos buscando a Railyn y a Mihail, no son fáciles de encontrar – dijo Keiran.
  • Bueno, en realidad los estaba buscado él solo, cuando Idris vino a casa la dije que estabas cazando – contó divertida la bruja.
  • En cierta manera no mentías – afirmó su marido con desesperación en la voz – estábamos de camino hacia la explanada cuando Idris rompió el amuleto, que gracias al cielo, funcionó correctamente y nos transportó a los cuatro – indicó con un ligero reproche.
  • Lo que paso con Alec no fue culpa mía, yo se lo di, y yo fui la que se transportó – se defendió Aislyn – ademas de eso hace ya muchísimos años, ¿hasta cuando vas a seguir echándomelo en cara? - refunfuñó Aislyn. Me decidí ha hacer mi aparición que no pareció sorprender a nadie.
  • Buenas noches dormilona – me dijo Xander acercándose a mi y sosteniéndome por la cintura.
  • ¿Cuanto tiempo he estado durmiendo? - pregunté nerviosa mientras le rodeaba yo también la cintura.
  • Solo unas horas. Ya hablamos con Gaia y nos contó todo lo que había sucedido y vuestro trato – me contestó besándome los labios.
  • Están igual de melosos que nosotros al principio – reprochó Aislyn.
  • Ahora te quiero mucho mas, boba, pero hemos estado ocupados con lo del crío y eso – se defendió Keiran mientras se llevaba a los labios una copa de vino que me me antojo muy deliciosa.
  • Esta es... nuestra última reunión juntos... sabemos que no podemos mantener el contacto con vosotros... - dijo la bruja haciendo un puchero.
  • Eso no es del todo así... mientras el equilibrio se mantenga y yo y Xander seamos neutros en nuestras decisiones no hay problema para reunirnos, pero debéis saber que si tenemos que tomar medidas porque la luz nos invada demasiado...
  • lo haréis, lo sabemos – dijo Keiran terminando la frase por mi y acercándome otra copa de vino.
  • Por nosotros – dijo Xander chocando su copa conmigo.
  • Por el equilibrio – dijo Aislyn chocando su copa con nosotros.
  • Por la nueva triada – celebró Keiran haciendo lo propio con las copas.
  • Por los que ya no están, porque estén en paz – dije yo mientras chocaba la miá.








                                                                     FIN



domingo, 28 de diciembre de 2014

¡Cambio de Look!



¡Hola queridos lectores!

Como veis hay un cambio de look en el blog, espero que os guste.
Estamos llegando al final de mi libro Ragnarok, hay otros tantos esperando a ser publicados, pero primero tengo que hacer las inscripciones correspondientes en el registro de la propiedad.

Mientras tanto he decidido complementar mi blog de novelas con reseñas de otras novelas y mis opiniones al respecto.
En este blog no habrá ningún link de descargas de novelas que no sean las mías para evitar entrar en conflictos con los lícitos derechos de autor.

Pido a las editoriales españolas que se animen a traducir a nuestro idiomas todas las novelas posibles y que bajen los precios de las mismas para que de esa manera nadie se vea obligado a descargarlas de manera ilícita en la web.

Si las editoriales están interesadas en ponerse en contacto conmigo bien por mis novelas o bien para que reseñe los nuevos libros o vosotros lectores queréis que lea vuestras novelas y las reseñe podéis contactaros conmigo en este correo: alba.galvez1985@gmail.com

Bienvenidos al nuevo Blog y paciencia hasta que lleguen las siguientes novelas.

Dawn

PD: ¡Felices fiestas y feliz año nuevo a todos!


 

Ragnarok 108



Ragnarök”

Idris

Nuestro ejercito se desplazó a medio día hasta la explanada que había junto al río, lugar que se había estipulado para librar esa batalla, aunque me costó mucha fuerza, con ayuda de las doce brujas que formaban nuestro circulo de poder fui capaz de desplazar la salvaguarda hasta ese lugar.
No me fiaba de la palabra de un demonio como Chistian...
Chistian...
Chistian estaba muerto, Gaia me lo había dicho, su alma ya no estaba allí, no podía dejarme engañar, no podía vacilar ni un segundo o terminaría muerta.
Preparamos unas hogueras y todos fueron poniéndose unas rudimentarias armaduras que habían diseñado las mujeres de la colmena, quienes se habían quedado atrás con la protección de una pequeña custodia puesta por las brujas.
Las armaduras estaban bien estudiadas, protegían el cuello con retazos de cuero y dientes de animales previamente afilados. Los brazos, estaban protegidos solo con cuero pero el antebrazo lucia de la misma manera que el cuello. Era muy inteligente, pues era donde se encontraban las arterias de mejor acceso.

Yo también me equipé, no teníamos muchas cosas y no pudimos más que fabricar algunas prendas en cuero, la verdad es que parecíamos salidos un mal remake sobre la vida de William Wallace.

Me habían conseguido una espada, en concreto una katana japonesa de ébano, al parecer era de Keiran. La mayoría de los soldados tenían sus propias espadas y armas, Erik y Mary eran los que portaban las armas automáticas. Nos habíamos estructurado por secciones. Las brujas irían detrás del todo, antes de llegar a ellas tendrían que pasar por encima de los hombres más jóvenes, las siguientes 3 fila estaban compuesta por hombres más adultos y en la primera fila estábamos Xander, Erik, Mary y yo.
La función de las brujas era primordial, no podíamos esperar una batalla justa por su parte y seguramente utilizarían sus poderes.
Esa era la tarea de nuestro circulo mágico, ellas habían creado un campo magnético alrededor de todos que despistaba un poco a los demonios, les nublaba un poco la vista, les mareaba y reaccionaban con menor rapidez, todos esos hechizos los había sufrido Xander en primera persona y estábamos seguros de que funcionarían.
Me volví a permitir el lujo de soñar con la victoria y toqué de nuevo el colgante de Aislyn, esperaba no tener que utilizarlo, pero era un arma más a tener en cuenta.

La llanura era lo suficientemente extensa para que la lucha fuera espaciada, pero según mis cálculos necesitaríamos matar al menos ochenta demonios y no perder a ninguno de los nuestros para así equiparar los bandos.
Era muy complicado cumplir las espectactivas.

  • No utilices ningún hechizo demasiado poderoso por muy mal que te veas – me dijo Xander acercándose a mi. Él iba a luchar a cuerpo, tan solo una camiseta de manga corta y un pantalón de deporte lo suficientemente liviano como para que me entrara un escalofrió. No debía haber más de un grado a la intemperie, pero él no sentía el frió como lo hacíamos nosotros.
  • No me mires así, cuando estés en plena batalla sudando te acordaras de mi manga corta – me dijo rodeándome la cintura con sus brazo y besándome dulcemente. En ese momento Chistian se apareció frente a nosotros al otro lado de la salvaguarda que habíamos transportado.
  • ¡No la toques! - le gritó a Xander que no me soltó – ella es mía, ha sido mía desde que la conocí en la guardería – espetó haciendo que mi corazón diera un vuelco. Yo sabía que el alma de Chistian no estaba allí, pero sus recuerdos y sus “sentimientos” si.
  • No soy tuya y ahora marchate y reúne a tu ejercito, quiero terminar esto cuanto antes, le dije apartándome de Xander y acercándome peligrosamente a la salvaguarda.

Dicho y hecho, según se marcho una enorme horda de demonios y nox comenzó a aparecer de todos lados excepto desde nuestras espaldas donde ya habíamos puesto algunas pequeñas trampas y donde las brujas había puesto varios hechizos aturdidores. Sabía que nos atacarían en circulo dejándonos en el medio, y gracias a esa intuición al final se tuvieron que reunir todos frente a nosotros, justo donde los queríamos.

  • ¡Levanta la salvaguarda! - Gritó Christian que se había situado al igual que yo en la cabeza de su pelotón. Eso fue lo que hice, me encomendé a Dios, Dais, Los poderes, Gaia o lo que fuera que me protegiera y alcé las custodias que nos protegían a todos.

El Ragnarök comenzó ellos corrieron hacia nosotros y como estaba previsto cuando llegaron a la zona donde llegaba el radar de las brujas, sus movimientos se hicieron más lentos y descordinados, momento que aprovechamos para contraatacar. Lancé con mis dos manos bolas eléctricas que dejaron KO a varios demonios de grado inferior, cuando pasé por su lado de una sola estocada con la katana separé su cabeza del cuerpo, nadie se interponía ya entre Chistian y yo y antes de lanzarle mi primer ataque, miré a Xander que se las estaba apañando muy bien solo, ya había eliminado al menos a tres de los suyos.
Divisé varios cuerpos humanos en el suelo, no estaban muertos, los estaban dejando fuera de juego. Al principio a los nox les sorprendió la protección de los cuellos, esa sorpresa fue tomada como una ventaja por los humanos que pudieron estacar y decapitar a más de uno. Mis hombres trabajaban de dos en dos, y aun de esa manera les estaba resultado difícil.
Los demonios arrancaban las protecciones del cuello y bebían de los humanos hasta casi drenarlos. Pude sentir en el equilibrio que ya había alguna baja en mi bando aunque por el momento las bajas en el suyo eran mayores.
Chistian lanzó su primer ataque, una bola de fuego verde que me chamusco parte del brazo, pero pude esquivarla sin problemas.

  • ¿Qué tal mejor un cuerpo a cuerpo?, con nuestras armas, sin magia – le grité.
  • Esta bien - dijo transportándose frente a mi y dándome un horrible puñetazo. Escuche a Xander gruñir furioso, pero ya le había avisado, no podía interponerse en esto.

Moví rápidamente mi pierna y le lancé hacia atrás con una buena patada, cogí del suelo la katana que se me había caído cuando me había golpeado, y me lancé hacia él.
Esquivó el golpe con sólo un movimiento y me agarró del cuello.

  • ¡Zorra! - gritó cuando vio mi mordedura. Ese despiste fue el que necesité para zafarme de él y confrontarlo de nuevo con la espada.

Vi que no había manera de ganarle cuando esquivaba con suma facilidad cada uno de mis costosos estoques por lo que fui la primera en romper el pacto y le lancé dos bolas de energía que esquivo sin problemas.
Por el rabillo del ojo vi como un demonio de nivel superior se hacia con el cuello de mi mejor amigo y lo desgarraba sin ningún cuidado... me quedé congelada en el sitio al ver como manaba la sangre de su herida, Mary gritó y apunto su arma contra ese demonio vaciando sobre él todo el cargador del M16.
Me maree, pensando en lo que había pasado frente a mis ojos y sentí unas horribles nauseas cuando vi caer sobre la hierba el cuerpo ya sin vida de Erik.
Concentré toda mi furia en otras dos bolas de electricidad cargadas con mi ira y mi dolor y se las lancé a un Chistian que miraba divertido la escena, esa vez di de lleno sobre su cuerpo.
Le vi sacudirse fuertemente y su rostro paso de la diversión a la ira, le había hecho pupa. La rabia me inhundaba, los chicos jóvenes estaban cayendo, nos estaban ganando, no podía permitir aquello, por lo que me concentré en un temible hechizo que había leído en el libro de Railyn.
Según las palabras se formaron en mi cabeza lancé mi magia a todos los nox que estaban a mi derecha (puesto que Xander estaba a mi izquierda no me quise arriesgar demasiado apuntando a su lado) he hice bien, al menos veinte de ellos salieron ardiendo y se convirtieron en cenizas en pocos minutos.
Una marca más me salió en la cara, esta vez bajo mi ojo, pude sentirla brotar con total claridad, parecía como si estuvieran trazando un antifaz alrededor de mi cuenca.
Xander me gritó algo que pareció como un reproche, pero no lo escuché y de pronto el rostro de Chistian estaba a un palmo del mio, me había distraído recreándome las devastadoras consecuencias que había tenido mi hechizo y no le vi venir hacia mi, un error que me constó muy caro.
Un horroroso dolor punzante inundó mi estomago.
No hacia falta que mirara hacia abajo para saber que mi propia espada estaba completamente clavada en mi estomago. Lo que más me dolió fue cuando la sacó dando un brusco tirón.
El desgarrador grito de Xander me sacó de shock, pude visualizar el equilibrio una vez mas... faltaban por liquidar al menos veinte demonios para poder ganar. Saque las pocas fuerzas que tenia para romper el amuleto de Aislyn y de pronto junto a mi aparecieron cuatrocluces flagrantes que en segundos se convirtieron en Aislyn, Keiran, Railyn y Mihail no se detuvieron para examinar daños y comenzaron a derribar oponentes, Xander fue directamente hacia Chistian y comenzó entre ellos una lucha encarnizada.
Mi visión cada vez se volvía más borrosa. Me estaba muriendo, lo sabía y pensaba que lo tenia asumido, pero no era así, el dolor que suponía la mortal herida que travesaba mi cuerpo no era lo que más me afectaba, era el dolor de dejar a la gente que amaba, especialmente a ese demonio nox que había robado mi corazón.

“ Busca en tu poder... puedes curarte sola... sólo usa el poder...”

Esa maldita voz inundó mi cabeza. Era la voz de Nergal. Así lo había llamado Gaia. Esa era la seducción del lado oscuro, una incitación a caer en el pecado más que agradable decía mi parte oscura... pero yo todavía sabía controlarme, todavía podía dominarme. No iba a caer en la tentación me dije a mí misma recordando una oración cristiana que me había enseñado mi estricta abuela...

Antes de perder completamente la conciencia algo hizo clik en mi cabeza y supe con orgullo que lo habían conseguido que habían restaurado el equilibrio.
Una luz blanca se hizo con la atención de todos y supe que la gran Gaia había aparecido.
Intenté luchar contra la inconsciencia cuando vi sobre mí el rostro de Xander. Estaba completamente desencajado y me gritaba cosas que no podía escuchar bien, le oía muy muy lejos...



Ragnarok 107


“ Despedida ”

Idris


El día había llegado. Contra todo pronostico me permití soñar con una victoria. Podemos hacerlo me dije a mí misma antes de salir de la cama, tan solo quedaban seis horas para culminar nuestro destino, y estaba más que preparada para afrontarlo, pero antes que nada tenia que hacer algo que había estado retrasando por mucho tiempo. Tenia que ir a ver a Keiran y Aislyn.
Xander no me acompañó y yo utilicé un pequeño hechizo que había conseguido en el libro para poder transportarme a su casa. El hechizo era lo suficientemente inocuo para no provocar la salida de una nueva marca sobre mi ceja.

  • Pensé que no vendrías – me dijo ella nada más abrirme la puerta. Gregory estaba de pie sosteniéndose con el sofá.
  • Vaya que mayor esta, si casi puede andar – dije para cambiar el tema, era verdad que llevaba varios meses sin hablar con ellos – tengo algo que contarte – la dije enfrentando sus ojos - ¿Dónde está Keiran? - pregunté extrañada de que no estuviera junto a su mujer.
  • Cazando, y ahora, cuéntame – dijo ella sentándose en el sofá y golpeándole con la mano en una invitación para que yo hiciera lo mismo. Estaba nerviosa... ¿ocultaba algo?

Le conté todo lo que había sucedido con Gaia la noche anterior. Aislyn siempre se refería a ella como los poderes, pero ambas sabíamos de quien estábamos hablando.
La bruja no se mostró muy sorprendida con la historia de la triada y de que Xander y yo seriamos el tercer bando o poder del universo.

  • Tuve una visión – me reconoció. Eso lo explicaba todo, jugaba con ventaja.
  • Solo te lo he contado a ti, Xander no lo sabe – confesé, a diferencia de lo que pensaba, Aislyn me apoyó en la decisión de ocultárselo al demonio.
  • Debes marcharte – dijo ella nerviosa dándome un abrazo y un beso – ten, toma esto – dijo entregándome una especie de vial con un extraño liquido verde – debes romperlo solo si la batalla se complica mucho, no debes hacerlo antes.
  • ¿Qué es? - pregunté colgandomelo del cuello.
  • Es un hechizo de fuerza, te dará a ti a quienes te rodean la fuerza para un ultimo empujón, se que no es mucho, pero mis poderes ya no son lo que eran antes de dar a luz – se excusó ella abochornada.
  • No te preocupes, espero no utilizarle – dije mientras lo tocaba.



viernes, 26 de diciembre de 2014

Ragnarok 106


La triada”

Idris

De todas las personas en el mundo que hubiera querido ver, el rostro de esa mujer no era uno de ellos. Gaia estaba frente a mi con una preciosa capa falta de color, y digo falta de color porque era blanca y de todos los colores... algo extraño.

  • ¿Qué hago aquí? - pregunté nerviosa poniéndome de pie.
  • Estas aquí hija mía para recibir un encargo – me dijo sin más mientras se acercaba.
  • ¿No tienes bastante con arrebatarme todo? – le reproché furiosa. Gaia me miró con recelo.
  • El libre albedrío... nunca estáis conformes – musitó contrariada – de todas formas escucha lo que vengo a decirte, si no fuera importante y beneficioso para ti no me habría molestado en pedírtelo – y un cuerno, me lo hubiese pedido igualmente, me dije a mí misma.
  • Habla entonces y luego decidiré si te ayudo – insté mientras cruzaba mis brazos, dándome cuenta en ese momento de que ya no llevaba el anorak. Un vestido gris cubría mi cuerpo dejando mis brazos al descubierto. Mi pelo estaba suelto hasta la cintura y con unos rizos muy bien peinados. Debería preguntarle si podía llevarme ese look a donde quiera que fuera ahora.
  • No estas muerta – bramó ella casi leyéndome el pensamiento – he traído tu alma aquí para poder hablar contigo. Te ofrezco inmortalidad – la interrumpí divertida.
  • ¿Qué es esto? ¿La semana de la inmortalidad gratis? - me reí con ironía. Ella prosiguió como si yo no hubiera dicho nada.
  • Tu y tú consorte seréis los encargados de proteger el equilibrio entre los dos bandos, seréis el punto intermedio, cercanos a la oscuridad y cercanos a la luz. ¿Mi qué? Me pregunté a mí misma.
  • Tu consorte, el demonio nox que ha compartido tu sangre – dijo ella dándome ahora si la certeza de que podía leer mi mente.
  • Ok, lo entiendo, pero mañana tengo una batalla contra el mal... por lo que si pudiéramos ir al grano... - puntualicé insistentemente.
  • Fuiste muy fuerte al rechazar a Nergal – asumí que ese tal Nergal era el demonio que había matado a Chistian y que me había propuesto su restauración – A ese joven no se le podía restaurar, su alma ya viajo lejos aunque sus recuerdos y demás cosas sigan en esa criatura, él ya no posee alma, y cuando un demonio no posee esa parte tan importante se convierte en una gran amenaza. El punto o el grano como dices tú es muy simple. Debes ganar la batalla diezmar sus fuerzas lo máximo posible y de esa manera podrás aceptar y proclamar tu cargo como Oracle. Serás el tercer bando y tú misma tendrás que equilibrar tu parte de la triada, pues no debes simpatizar más con un lado que con otro ni tu consorte tampoco – en otras palabras debía dejar de lado a Keiran, Aislyn y Gregory... pensé tragando con fuerza un enorme nudo que se había formado en mi garganta.
  • Eso es más o menos cierto, debes protegerlos a todos de todos, debes mantener el equilibrio del cosmos, si no, esto volverá a suceder de nuevo y esta vez no habrá vuelta atrás.
  • De acuerdo, pero si gano quiero algo más a cambio – negocié.
  • ¿Qué quieres? - preguntó intrigada.
  • Te lo diré cuando gane, ¿trato hecho? - dije extendiendo mi mano hacia ella.
  • No puedo traer a nadie de la muerte, ni volver el tiempo atrás... hay cosas que no puedo hacer – confesó antes de estrechar mi mano.
  • Tranquila, esto es algo que si podrás hacer – insistí. Ella no lo dudo más y estrechó mi mano.

De repente me volví a encontrar frente al fuego, en los brazos de Xander, Erik estaba narrando la misma frase que cuando me había marchado... ahora si que si, la batalla de mañana hay que ganarla como sea.
Rápidamente dieron las diez de la noche, todos cenamos en las barbacoas, con risas y bromas, pero a las doce de la noche comencé a mandar a todo el mundo a dormir.
Nadie rebatió excepto los chiquillos que parecían no tener sueño.
Sus padres y demás adultos recogieron y apagaron las hogueras y nos recogimos todos hacia nuestras casas.
No sabía si debía contarle a Xander sobre lo que me había dicho la diosa o los poderes, como demonios se llamara.
Si él sabía que yo podría obtener la inmortalidad si ganábamos él daría todo lo posible por hacerlo e intentaría protegerme de Chistian exponiendo su propia integridad. No podía permitirme que hiciera eso, pues no quería esa inmortalidad si no era a su lado.

Decidí mantenerlo en la ignorancia, era mucho mejor que no lo supiera, si ganábamos seria una sorpresa para él, y si perdíamos no seria una decepción ni hundiría sus esperanzas... no podía ponerle la miel en la boca cuando ya casi tenia asumida mi muerte y que luego perdiéramos la batalla... no quería destrozarlo mas.

Ragnarok 105


Premonición”

Aislyn

Keiran estaba en la cocina preparándole la papilla al niño, yo no hacia más que dar vueltas por la habitación. Había tenido una premonición. La última que había tenido había sido cuando Chistian e Idris llegaron, desde entonces, ese poder se había quedado más bien dormido.
¿Se lo debía contar a Keiran? Me pregunté nerviosa. ¿Cuánto de verdad tendría mi premonición? Todo, me respondí convencida, jamas me había confundido dando una predicción, eran tan exactas como el mismísimo presente.

  • Escúpelo ya – Exhaló Keiran que, sin darme cuenta, había cogido ya al niño del parquecito y estaba sentado con él preparado para darle de comer.
  • ¿El qué? - pregunté intentando poner cara de poker, lo que produjo una sonora carcajada de mi marido.
  • Cariño, nunca has sido capaz de ocultarme nada... no sabes como fingir – se carcajeó divertido. Maldito Nephelim pensé mientras le fulminaba con la mirada.
  • Esta bien... he tenido una premonición – farfullé resignada. El Nephelim se puso serio y me instó a continuar mientras metía la primera cucharada de potito en la boca a Gregory – he visto como el equilibrio se restaura, he visto tres bandos no dos – agregué nerviosa.
  • ¿Tes bandos? Eso es imposible, siempre ha habido dos, la luz y la oscuridad – afirmó Keiran frunciendo en entrecejo.
  • No, te equivocas – le corregí - ¿Recuerdas a Val? - pregunté nerviosa. Keiran comenzó a pensar en ello, pero no iba a dejar que me quitara el gusto de poder explicárselo – Val protegía a la luz y a la oscuridad... Val era el bando intermedio y fue culpa de Val, de mi madre y de Mihail que ese equilibrio se destruyera, ese fue el desencadenante de la grieta y nuestra unión fue lo que lo culminó. Todos reventamos el equilibrio del que siempre habla Idris y ha sido por eso que han sucedido todas estas cosas... - no podía parar de hablar, las palabras y las afirmaciones llegaban a mi boca y mi diatriba empezaba a presentarse difícil de parar.
  • No puedo creer que no me diera cuenta hasta ahora... Val y su grupo... todo encaja – repitió Keiran que se había quedado a mitad de darle otra cucharada al pequeño. Gregory se quejó y su padre salió del trance para seguir alimentándole.
  • Lo sé es una locura, pero creo que Gregory es la luz, tú y yo ese bando intermedio y Chistian la oscuridad – dije pensativa.
  • Nosotros tenemos demasiadas cosa ancladas en la luz, incluso Idris te quitó tu inmortalidad que al fin y al cabo fue concedida por la oscuridad – Esto es todo un descubrimiento.
  • Tenemos que ir a la batalla – confirmé segura de lo que había dicho.
  • Pero... ¿Qué pasará con el niño? - espetó Keiran – tú te quedaras junto a él y yo iré a pelear junto a Idris – puntualizó el Nephelim.
  • Ni hablar, iremos los dos, ni pienses que te dejare ir solo a la fiesta guapo – le dije enseñandole la lengua.
  • No es ninguna broma, Gregory... - le interrumpí antes de que siguiera intentando convencerme con la escusa de mi hijo.
  • Me necesitan a mi también, necesitan todas las fuerzas posibles para ganar y te recuerdo que si no ganan, ni tu, ni yo ni nuestro hijo estaremos a salvo, tengo que reunir también a mi madre y a Mihail – dije más para mí misma que para convencerle.
  • No estoy de acuerdo en que tu luches, es peligroso....







sábado, 20 de diciembre de 2014

Ragnarok 104


Antes de lo esperado”

Idris

Esa misma tarde toda la colmena era una fiesta, la gente conversaba y se relajaba, se reunían frente a varios fuegos que se habían prendido en la plaza que había en el centro de la villa. Cantaban y bailaban como si no hubiera un mañana... y realmente para alguno no lo habría.

El sol comenzaba a ocultarse a lo lejos y las sombras volvían a caer sobre nosotros. Esa era nuestra última noche antes de la gran batalla, y aunque el miedo de todos era palpable en el aire, nadie lo exteriorizaba.
Xander y yo estábamos cerca de una de las fogatas donde Mary y Erik le contaban un cuento de guerreros y princesas a varios niños que se habían congregado allí para escucharlos.

El nox pasó su brazo alrededor de mi para protegerme más de la fría noche y yo recosté mi cabeza sobre su pecho, ahora mucho más mullido con el jersey y el anorak.
Me quedé completamente embelesada mirando el fuego. Las llamas crepitaban con fuerza lanzando chispas a su alrededor. El crepitar de la madera mientras se carbonizaba comenzó a transportar mi cabeza hacia otro lugar...
El cambio fue tan paulatino que no me di cuenta de que realmente me había movido de sitio y lugar.
Me encontraba en un enorme bosque con miles de arboles frutales, mariposas, y un grandioso sol que calentaba todos los huesos de mi cuerpo. ¿Era el cielo? Pensé por un segundo.

El miedo me atrapó por completo. No era el momento, todavía no podía morir. La agitación y desesperación se apoderaron de mí.
¿Cómo podía haber pasado algo así, se suponía que eso no pasaría hasta dentro de al menos un mes? ¿había sido la fecha algo demasiado inviable? Me pregunté a mí misma desconcertada. Ellos dijeron en el plazo de diez meses o un año... yo era quien había dado por supuesto que iba a llegar viva a la batalla. ¿Cómo podía haber sido tan descuidada? Me regañé cayendo de rodillas sobre ese césped tan sedoso como verde.
Me eche a llorar, lloré sin desconsuelo cubriendo mis ojos con mis manos, ni siquiera me había podido despedir de Keiran y Asilyn...
Xander... mi demonio... cuanto lo sentía por él.

  • No te desesperes muchacha – dijo una voz que hubiera reconocido en cualquier parte.




miércoles, 17 de diciembre de 2014

Ragnarok 103


La víspera”

Idris

Todo estaba preparado la mañana del día antes de la gran batalla o como se había empezado a llamar, el Ragnarök.
La gente había dejado de entrenarse por orden de Xander, ese día era para disfrutarlo, aunque Chistian había dicho que a los humanos solo se los incapacitaría para luego recluirlos en sus granjas, no estaba muy segura de que cumpliera su promesa.
Para nuestro asombro, varias brujas más venidas desde Alaska, se habían incorporado a nuestras filas en esos últimos meses.
Todo el mundo estaba disfrutando de esas últimas veinticuatro horas.
La colmena se había convertido en todo un precioso pueblo, las mujeres y los niños habían sembrado huertos y flores, habían limpiado las calles y las casas, todo volvía a resurgir de sus cenizas. Los niños corrían felices mientras algunos hombres salían a cazar por los alrededores , siempre seguidos de cerca por una de las brujas que tenia el poder de sentir el mal y de atraer las presas por lo que no tardaban más de una hora en regresar, siempre sanos y salvos.
Ese día iría a visitar por última vez a Aislyn y a Keiran, estaba aplazándolo cada vez más, pero la verdad era que no sabia como enfrentar sus rostros preocupados sin que me temblaran las piernas.

  • Ven conmigo, tengo una sorpresa – me susurró Xander al oído mientras paseaba por una de las calles llena de niños.
  • ¿A casa? - pregunté dejándome arrastrar por él. Su sonrisa divertida no auguraba nada bueno... o si. Me encantaba verle sonreír, cada vez que lo hacía mi corazón se llenaba de un fuego cálido y acogedor.

Cuando entré por la puerta de la casa vi que estaban todas las persianas bajadas y había al menos unas cien velas iluminando el salón.
El Sofá había desaparecido, en su lugar había una enorme y acolchada alfombra que suponía había hecho con las pieles de los miles de peluches que habíamos encontrado en el desván de la casa.
La chimenea iluminaba la otra parte de la estancia proporcionado el suficiente calor como para que mi anorak comenzara a sobrarme.
El olor a rosas, azahar y canela lo inundaba todo.
Xander se fue hacia una pequeña mesita y sirvió dos copas de vino. Luego se acerco entregándome una, había expectación en sus ojos.
  • ¿Y bien? ¿Qué te parece? - preguntó nervioso mientras daba un trago a su copa.
  • Maravilloso. Simplemente perfecto – dije sinceramente. En ese momento me olvide de todo y de todos, deje atrás mi miedo a la muerte, mi miedo a la batalla, mi desesperación y todos esos malos sentimientos que me comían por dentro. Apuré la copa de vino y la deje sobre la mesa seguida de cerca por Xander.

Antes de que él pudiera darse cuenta, yo me había movido con rapidez y estaba junto a él besándolo con desgarro. No le costó mucho seguirme el ritmo, rápidamente me devolvió el beso con mucha más ferocidad.
Xander desató con facilidad la cinta de mi pelo y lo dejo caer sobre mis hombros, metiendo sus dedos entre mis cabellos y acercándome mucho más él.
Desabroché su camisa y él ayudo a sacarla fuera, mientras yo hacia lo propio con mi sudadera. Los botones de sus vaqueros se resistían a soltarse. Xander dio un quejido de impaciencia y tiró de ellos arrancándolos.
Entre besos y caricias ambos acabamos desnudos sobre la enorme y mullida manta de peluche. Su aroma era embriagador, sus besos eran adictivos. Quería más de él, necesitaba sentirle siempre así de cerca...
Mis pensamientos se esfumaron cuando él tomo mis pechos con la boca.
Era tan erótico... nadie jamas había hecho eso conmigo y resulto inocentemente placentero.
Mis gemidos hacían desesperarse al demonio que, con cada gruñido sexual que emitía, pegaba más fuerte su dura excitación contra mi sexo.
No podía esperar más quería que me llenara ya, pero él seguía tomándose su tiempo besando y mordiendo mis pezones.
Sentí como su miembro jugaba a la entrada de mi sexo y arquee la espalda para darle mucho mejor acceso y obligarle a entrar. Él ya se sabía ese truco y se separó lo suficiente como hacerme protestar con un gruñido ininteligible.
Me miró con lujuria en sus ojos y una preciosa sonrisa picara.
Xander quería seguir haciéndome sufrir, pero esa vez no le iba a dejar, por primera vez en mi vida y seguramente última, tomé la riendas en su juego sexual.
Le empujé fuertemente hacia un lado y me coloqué sobre él apoyando mi sexo contra el suyo, ambos palpitantes de deseo.
Sus ojos se tornaron brillantes y yo baje mi cuerpo para poder tomarle con la boca. El gruñido de placer que salió de la suya mientras yo lamia su miembro fue mi mayor recompensa, pero no duró mucho.
Xander me sacó fuertemente de encima y me tumbó sobre el nido de peluche, se colocó entre mis piernas me penetró por fin.
Cada embestida sofocaba dentro de mi un fuego abrasador que él volvía a encender con cada roce de su boca y cada mirada.
Perdí completamente la noción del tiempo y antes de que hubiera podido darme cuenta estaba volando hacia el mejor clímax de mi existencia, en brazos del que estaba segura era el verdadero amor de mi vida.
Xander siguió con su propio ritmo mientras yo gemía y me recreaba en mi orgasmo.
Frente a su asombrada mirada expuse mi cuello para que él bebiera de mí mientras seguía penetrándome, no sabía realmente de donde me venia la certeza, pero supuse que las ahora antiguas historias sobre vampiros y demonios no tenían que estar muy desencaminadas.
No me confundí, sus ojos se tornaron completamente verdes y sus pequeños colmillos se afilaron perceptiblemente.
No tuve miedo,más bien todo lo contrario, sentí como la anticipación endurecía mucho más su miembro que seguía dándome embestidas de placer.
El nox agachó su rostro y expuso mucho más mi yugular.
Antes de poder pestañear su boca estaba sobre mi cuello y un placer punzante recorrió mi cuerpo empujándome de nuevo otro brutal orgasmo.
Esa vez Xander me acompañaba, derramándose dentro de mi con cada embestida.
Había sido sin lugar a dudas la mejor experiencia de mi vida, me dije a mí misma mientras nos recostábamos y nos tapábamos con el nido de mantas.



lunes, 15 de diciembre de 2014

Ragnarok 102


Confesiones”

Idris


Creo que perdí el conocimiento, no estaba muy segura, tenia en la cabeza recuerdos borrosos de alguien cargándome en brazos hasta mi dormitorio, tenia pequeños flash de Xander acomodándome sobre mi cama.
Cuando abrí lo ojos allí estaba él, tan imponente como siempre, ese demonio de ojos pardos... me miraba con preocupación y acariciaba mi rostro con ternura.

  • Te amo – dije sin pensar. Esa afirmación y esas palabras salieron de lo más profundo de mi corazón. No había tenido la certeza de ese hecho hasta que me habían pedido cambiar a uno por otro. Sabía que estaba mal, sabía que no debía amar a un demonio y sabía también, que no debía habérselo dicho. Solo iba a servir para hacerle daño cuando mis días expiraran.
  • Lo sé, yo también lo hago, no sé cuando empezó esto, pero creo que desde el primer día que vi tus ojos mirarme en esa celda donde me tenían prisionero – dijo él inclinándose sobre mi para besarme.
  • Xander... tengo miedo, ahora temo más que antes a la muerte, no quiero separarme de ti – dije con los ojos llorosos. No había querido reconocer la evidencia, mi corazón lo había ocultado lo suficiente para que mi miedo no se apoderara de mi, pero ahora que otra vez había encontrado el amor, otra vez me iba a ser arrebatado.
  • Ya pensaremos en algo, ahora no te preocupes y descansa. Keiran y Aislyn han estado aquí esta tarde para ver que había sucedido, ya que, al parecer incluso ellos han notado desde la cabaña como algo oscuro se cernía sobre nosotros – me dijo el nox sin dejar de acariciar mi mejilla.
  • ¿Les contaste? - pregunté.
  • Si, Aislyn se fue medio llorando y Keiran me dijo que te dijera que estaban muy orgullosos de ti.

Un enorme nudo se agarró fuertemente a mi garganta y casi me dejó sin poder respirar. Se acercaba una batalla, batalla en la que estaba completamente segura de que habría bajas importantes y una de esas bajas iba a ser la mía.
Xander se quito los zapatos y se metió junto a mi en la cama, pude sentir ese calor que tanto había extrañado durante esos últimos meses y oler su aroma a fuego y nieve... esas sensaciones me transportaron de nuevo al país de Morfeo, esa vez el sueño solo tenia retazos de la realidad, era un sueño profundo un sueño completo, sus brazos tenían ese efecto en mi, ahuyentaban mis pesadillas...




sábado, 13 de diciembre de 2014

Ragnarok 101


Reconocimiento”

Xander

  • ¿Cómo ha podido suceder eso? – Lloriqueó Aislyn. El niño se movió en sus brazos nervioso y me miró con curiosidad, en unos meses cumpliría ya un año - Nunca me habían llamado demasiado la atención los niños, realmente a casi todos los humanos los había considerado comida durante mucho tiempo.
  • Xander…¿Qué más ocurre? – me preguntó Keiran tocando mi hombro amablemente. Les había contado lo sucedido con Idris y Chistian y se habían quedado conmocionados. ¿Cómo podía decirles que amaba a esa mujer y que no pensaba separarme de ella hasta el fin de sus días? Ellos jamás aceptarían algo así…
  • La amo – solté a bocajarro – los ojos de Keiran se agrandaron con sorpresa y apartó su mano de mi hombro. Aislyn a diferencia de su marido cambio al niño de brazo y me sonrió.
  • Pensé que jamás ibas a reconocértelo a ti mismo – dijo ella con una mirada sabia.
  • Ellos no pueden amar – susurró Keiran que inmediatamente fue fulminado por la mirada desaprobadora de su mujer.
  • Ellos pueden odiar y pueden amar, tienen sentimientos, igual que tú – le recordó furiosa – pero les enseñan a destruirlos y reprimirlos, nadie nace bueno o malo, eso se va forjando con el paso de los años y con las acciones de cada persona y puedo asegurarte Xander, que tú, no eres malo.
  • Pero lo fui, durante mucho tiempo fui un asesino – le dije fijando la mirada en ella.
  • Lo sé, pero ese pasado también es el que te ayuda a ser como eres ahora, por lo que no puedes reprochártelo – explicó ella con sinceridad.
  • Lo que le ha pasado con Chistian ha sido muy duro, pero según nos has contado te ha elegido a ti antes que a él – dijo Keiran.
  • No la queda mucho tiempo de vida – les dije para ver sus reacciones. Ambos lo sabían, pero pude ver el horrible dolor que ese hecho les provocaba.
  • ¿Lo sabes? ¿ella te lo contó? – preguntó la bruja.
  • Si lo sé y no puedo soportar la idea… ¿no hay nada que se pueda hacer?¿algún conjuro o ritual?… algo que la salve, aunque no sea inmortal, algo que al menos pueda dejarla tener una vida mortal larga… - sentí mis ojos humedecerse por primera vez en mi vida y me asusté, me asuste mucho más de lo que me hubiera imaginado. No iba a perderla, si ella se marchaba yo no tenia nada que me atase a ese lugar, sabía que no iría con ella al mismo sitio después de la muerte, pero al menos encontraría el descanso en el olvido…
  • Ya hemos hablado con mi madre y están buscando desde hace meses algún tipo de solución, pero por el momento no han encontrado nada.
  • Cuídala, cuida de ella estos meses y lucha a su lado en la batalla – me dijo Keiran – no va a ser nada fácil vencer a ese demonio y mucho menos mientras tiene el rostro de Chistian, ayúdala y confiésale lo que sientes… es mucho más fácil si ambos os sinceráis, os lo digo por experiencia – dijo con una mirada cómplice a su mujer – a nosotros casi nos cuesta una encarnizada lucha el darnos cuenta de lo que ambos sentíamos, vosotros no tenéis tiempo para esas tonterías. Estoy muy orgulloso de ella, lo que ha hecho esta tarde no lo hubiera podido hacer cualquiera... conociéndola seguramente sea algo que la persiga hasta...- se detuvo, se paró en seco dándose cuenta de que “hasta la muerte” era demasiado cercano.
  • Tiene razón y ahora nos vamos que el nene tiene que cenar y bañarse – dijo Aislyn, ocultando de nuevo las lagrimas y tirando fuertemente el brazo de su marido hacia la puerta de la casa. Cuando la cerraron tras ellos pude escuchar unos ligeros quejidos en el dormitorio de Idris y me decidí a entrar para averiguar como estaba.


jueves, 11 de diciembre de 2014

Ragnarok 100


La despedida y el hasta luego”

Idris

  • ¿Qué demonios hacéis? - gritó alguien desde un lugar lejano. Sentí que mi almohada se movía. Espera. Las almohadas no se mueven. Inspiré profundamente y pude sentir como el olor de Xander me inundaba. La voz era de Chistian.
  • Esto no es lo que parece – dije nada más abrir los ojos. Xander me miró cabreado.
  • Pues explicate – dijo Chistian perdiendo los nervios.
  • Ella no tiene nada que explicarte, no te debe nada, no sois pareja, ademas, te marcharas de nuevo en unas pocas horas – contestó Xander haciendo que mi cabreo aumentara.
  • No te metas – le dije apartándome de él y poniéndome de pie – anoche estuvimos hablando y nos quedamos dormidos. Punto – expliqué sintiendo como mi ahora habitual temperamento se hacía cargo de la discusión.
  • ¿Qué ha querido decir con que no somos nada? - preguntó Chistian esta vez más confuso.
  • Nada, no ha querido decir nada, olvidemos esto y aprovechemos las horas que nos quedan antes de que venga el demonio a por ti – como eso sonó mucho a ultimátum añadí rápidamente una coletilla para que no sospechara – no sé cuanto tiempo vas a tardar en regresar la próxima vez, pero no creo que sea mucho más de una semana – aclaré. El entrecejo de Xander estaba fruncido y me miraba con recelo rabia y miedo. Pude sentir en él, el  mismo miedo que la noche anterior al enterarse sobre la propuesta del demonio.

Pasé el día con Chistian paseando de la mano por la colmena, enseñándole algunas casas y aunque la mayoría de la gente nos miraba con un poco de recelo, lo hacia también con pena. Todos sabían que Christian no había tenido elección, sabían que nos habíamos amado y que ahora el cruel destino nos separaba.
Nos besamos varias veces, unas más calientes que otras, pero no quise pasar a mayores, no estaba preparada.

La hora de marcharse cada vez estaba más próxima y Chistian comenzó a sospechar que algo no iba bien cuando sintió mi desasosiego.
Mi mano se iba a quedar completamente pegada a la suya. No quería soltarle, no quería que se marchara... mi mundo se derrumbaba.

Como podía volver a entregarle así como así a las tinieblas, como podía hacer algo tan horrible. Tenia que sacarlo de allí, esta no había sido su decisión, era una victima igual que todas las personas que estaban en la colmena, todos eramos victimas y aunque yo sabía que la vida de muchos valía más que la de una sola persona, no podía evitar pensar que esa sola persona era Chistian, no era ningún desconocido, era mi Chistian....

Antes de que me diera cuenta el demonio nos estaba esperando en la linde de la salvaguarda.
Christian se dio la vuelta para encarame. En sus ojos pude ver que había comprendido más de esa situación de lo que había dicho o de lo que podría parecerme.
¿Sabría él que podría no volver a ser el mismo? ¿Sabría que en el momento que saliera de la salvaguarda se convertiría en un demonio aniquilador sin sentimientos o remordimientos?
Cogí su rostro con las dos manos y ante la atenta mirada de todos los que se habían congregado allí para verlo le bese en los labios, duro y fuerte, mientras las lagrimas caían por mis mejillas.

Adiós era un beso de despedida, un beso eterno, un ultimo beso. La injusticia de esa situación me desgarró por dentro como si me partiera el corazón en dos, pero las vidas de demasiadas personas estaban en mis manos, no podía fallarles, no podía ser tan egoísta, tenia que enterrar por fin a ese Chistian, ese antiguo némesis que ahora se dirigía dándome la espalda hacían donde se encontraba el demonio, ese niño cascarrabias que me había hecho pasar por una infancia de lo más difícil, ese hombre que me había enseñado lo que era el amor.
Me despedí de él en silencio y pude ver los ojos del maldito demonio clavados en los míos cuando Chistian traspasó la salvaguarda y al girarse se convirtió en la bestia de ojos rojos que era.
El dolor de mi corazón era extremo, incluso con esos ojos su mirada todavía estaba perdida y seguía teniendo en su rostro esa expresión de cautela.
Solo podía dar gracias a que esa aberración no recordara nada de su pasado ni nada de lo que había sucedido allí esas últimas doce horas.
El demonio me gritó para que respondiera a su pregunta.
Y ante la muy atenta y asustada mirada de todos incluido un Xander que se había quedado en segundo plano apoyado sobre una una de las casas, le di mi respuesta.

  • No, no hay trato – dije con mi voz casi quebrada.
  • ¡Coletas! - gritó el demonio que tenia el rostro de Chistian. Mi corazón se paró por un momento cuando utilizó ese mote que yo tanto odiaba. Pude ver algo más en sus ojos.
  • ¡Él lo recuerda todo! - le grité llorando al demonio.
  • Si, ahora lo recuerda todo – afirmó el demonio afilando su mirada – ahora aún sabiendo que te recuerda, ¿no quieres salvarlo?¿no quieres salvaros a los dos?
  • Es un demonio, no siente nada – le dije sintiendo como la ira me consumía. Luego miré a Xander, apoyado en la pared con los ojos cerrados y me di cuenta de que si sentían y de que si amaban.
  • Te sigo amando, sé que no soy como antes pero si estas a mi lado gobernaras conmigo en la oscuridad, te daré lo que quieras por favor ven conmigo.

Las lagrimas hicieron que mi visión se volviera completamente borrosa, pero mi cabeza no dejaba de funcionar, el demonio me ofrecía una vida junto al Christian que conocía y Christian me ofrecía una vida junto a él en el trono de la oscuridad...
Eso era una locura, Chistian ni siquiera sabía que yo me iba a morir en menos de tres meses... pero el demonio me había ofrecido a mi y a él la inmortalidad. Alcé la cabeza y enjuague mis lagrimas con la manga de mi chaqueta, ambos querían una respuesta, pero yo solo tenia una pregunta.

  • Demonio, si acepto tu propuesta ¿quien pasara a ser el cabecilla de la oscuridad? Porque me imagino que también habrá un precio – dije recelosa.
  • Tu nox será quien dirija el ejercito de las sombras, ¿estas dispuesta a cambiar a uno por otro? - esa respuesta me sacudió como un terremoto.
  • Ni hablar, no te llevaras a Xander jamas. No. esa es mi respuesta, iremos a la guerra y os diezmaremos lo suficiente para que vuelva a haber equilibrio – le dije al demonio. Sin ni siquiera darme cuenta había corrido hacia Xander y me había situado de manera protectora frente a él. Quien ahora sostenía mi cintura y me instaba a calmarme. Podía ver mi propio aura y estaba de un negro azabache muy poco digno del lado de la luz.
  • Te tomaré a la fuerza si es necesario, nos veremos en un mes en la explanada – contestó Chistian mientras se teletransportaba hacia otro lugar. El demonio hizo exactamente lo mismo y yo caí a plomo sobre el suelo. Xander no tuvo reflejos suficientes para sujetarme.





martes, 9 de diciembre de 2014

Ragnarok 99

                “Cascara vacía”

Chistian

Me sentía extraño, sentía que algo no iba demasiado bien entre Idris y yo, no le había preguntado cuanto tiempo había pasado desde el incidente donde perdí la memoria... pero a juzgar por su estado físico, ahora mucho más fibrosa y delgada y por su madurez mental era posible que hubiera pasado más de un año... me sentía como una marioneta, como una cascara vacía...
Se sentía bien dormir en su cama con sus sabanas oliendo a ella, pero se hubiese sentido mejor tenerla dentro de la cama junto a mí.
La sola idea sacudió mi entrepierna y excitó todo mi cuerpo.
Ya tendría tiempo de por fin hacerla mía.
La historia sobre la batalla que me había mencionado no había sido algo nuevo para mi, tenia la sensación de que no era la primera vez que lo escuchaba.
Ragnarök.
Esa palabra llego a mi mente y una serie de conocimientos se filtraron con ella. Yo jamas había escuchado esa palabra, pero mi subconsciente me indicaba que era el termino nórdico que se había designado para llamar a la batalla del fin del mundo.
¿Cómo era posible que supiera algo así? Me pregunté levantándome de la cama.
Habían sucedido tantas cosas extrañas y que no tenían sentido que toda mi vida se había convertido en un caos.
Pero ella estaba a mi lado. Por fin ella estaba conmigo.
Me dispuse a salir al salón para prepara un rico desayuno, pero la imagen que mis ojos procesaron nada más abrir la puerta fue la chispa que le faltó a mi extraño e irritable temperamento.
Idris y el maldito nox estaban recostados juntos sobre el sofá, el la rodeaba con su brazo de forma demasiado protectora y ella dormía plácidamente sobre su pecho.
Un gritó salió de mi garganta sin apenas darme cuenta.



sábado, 6 de diciembre de 2014

Ragnarok 98

 “Celos”
Idris

Me costó más de media hora convencer a todos los humanos y a Xander de que Chistian era inofensivo que había vuelto a ser él por unas horas, y les mentí a todos... les hice creer que fue la diosa madre quien me había hecho semejante regalo porque mi muerte estaba próxima.
Solicité a todo el mundo, incluido un Xander que no parecía creerse demasiado la historia de la diosa, que no hablara con él de lo que era actualmente pues había perdido la memoria y solo recordaba hasta cuando había cerrado la grieta conmigo.
Chistian actuó desde el primer momento con posesividad hacia mí, algo que no le impedí, lo que nos costó tremebundas miradas del nox.
Sabía que todo aquello era una farsa una locura, que jamas podría perdonarme condenar a una muerte segura a esa gente que me apoyaba mientras yo me fugaba con Chistian... era una locura, pero realmente quería salvarlo de ese destino, no quería que siguiera siendo un monstruo, quería alejarle de todo aquello que él no había elegido. No había que olvidad que su destino le había sido impuesto, que se le había privado de su elección.
Erik y Mary me miraban con cautela, tampoco parecían creerse la historia que había contado. Todos parecían sentir que la oscuridad crecía poco a poco dentro de mis entrañas... se podía degustar mi carácter irritado y un tanto agresivo de los últimos meses.

Chistian estaba encantado, le conté que íbamos a la guerra contra un malvado demonio, el quiso unirse a nuestras filas, le agradecí el gesto y le dije que cuando regresara de estar unos días con el demonio seria mi segundo al mando, pero Chistian tampoco era un tonto y pronto descubrió que algo iba mal, preguntó sobre las marcas de mi rostro y yo le expliqué lo que me había sucedido.
Estábamos ambos sentados en el sofá justo donde esa misma mañana Xander y yo habíamos vuelvo a besarnos.

  • Idris... no soy imbécil, algo extraño pasa conmigo – dijo él nervioso.
  • No pasa nada, solo que al perder la memoria pues estas un poco más susceptible, relajate y disfruta de estos momentos conmigo, tengamos una cita – le propuse en el mismo momento en el que el nox entraba en la casa y nos fulminaba con la mirada.
  • ¿Por qué demonios entras en una casa que no es tuya sin llamar? - le regaño Chistian. El demonio divertido le sonrió con sarcasmo.
  • Yo también vivo aquí – espetó dejando a Chistian completamente desconcertado - parece que no se lo has contado – dijo fijando su penetrante mirada sobre mi.
  • ¿Contarme que? - preguntó él mirando del uno hacia el otro.
  • Que el vive conmigo para mi mayor protección – dije rápidamente para salir al paso – hoy dormirás en mi dormitorio, yo me quedaré en el sofá – le dije mientras bostezaba. En un abrir y cerrar de ojos la tarde había pasado sobre nuestras cabezas sin apenas darnos cuenta.
  • Podemos dormir juntos, tú ya eres mi chica – afirmó un Chistian que solo recordaba como ambos nos habíamos declarado nuestro amor en la grieta justo antes de que él se transformara. Xander gruñó molesto dejando desconcertado al muchacho.
  • ¿Acaso vosotros...? - comenzó a preguntar, pero le corté en medio de la frase y le mandé corriendo hacia mi cama, antes de entrar cogió mi cuello y arrastro mi rostro hacia el suyo dándome un muy sensual beso que fue interrumpido por un portazo, proveniente seguro de la puerta de la habitación del demonio.
  • Entra y duerme un poco – le dije empujándolo dentro de mi cuarto y cerrando la puerta tras él.

Me fui al sofá no sin antes servirme un vaso de coñac con hielo, un coñac exquisito que tenia más de ciento cincuenta años. Estaba claro que el alcohol no era la preferencia de los expoliadores que había saqueado la casa.
Iba por mi cuarta copa cuando la puerta de la habitación de Xander se abrió y salió de ella con tan solo unos pantalones de pijama. Su torso desnudo volvió a encender llamas en mi.

  • ¿Qué haces que no estas retozando con tu amorcito en la cama? - preguntó con la voz tan cortante como el hielo.
  • No tengo ganas de discutir... ahora mismo tengo la cabeza con demasiadas cosas – le dije notando como se me había subido la bebida. Mi lengua no pronunciaba las palabras con la claridad normal.
  • ¿Qué te preocupa? - preguntó el demonio sentándose a mi lado y sirviéndose otra copa de coñac.

Sin darme cuenta, sin saber como ni por qué le conté a Xander toda la verdad... todo lo que había sucedido con el demonio, y su oferta.
Le expliqué a Xander la oferta que me había hecho la criatura maligna que se había reunido conmigo esa tarde.
El nox se puso nervioso, pude sentirlo, tenia miedo de que aceptara la proposición del demonio, pues bien ya eramos dos.

Todavía no lo tenia muy claro, pero durante parte de la noche medio en vela medio charlando con Xander, había llegado a una conclusión. Me di cuenta de que ya tenia la respuesta del demonio cuando los primeros rayos del sol iluminaron el salón.








viernes, 5 de diciembre de 2014

Ragnarok 97

Antes de nada celebrar y dar la bienvenida al seguidor numero 30 del blog. Muchas gracias a todos por vuestro apoyo y por leer mis historias, ese es el mejor beneficio que saco de escribir, que gente como vosotros lo disfrute.
Enfrentamos la recta final de Ragnarok


     “Ocho meses después”

Idris

A nuestras filas se habían unido algunos humanos más durante esos nueve meses que habían pasado desde que nos habíamos organizado.
Keiran y Aislyn estaban de acuerdo conmigo de que habíamos creado un gran ejercito y la verdad que no me equivocaba.
Había muchos buenos talentos e incluso alguna que otra bruja que iba a luchar utilizando conjuros para poder neutralizar a todos los demonios posibles, aunque sus poderes eran un poco escasos las chicas hacían todo lo posible por entrenar.
Todos allí estaban motivados, sabían por lo que luchaban y estaban dispuestos a dar la vida por su causa, no se podía decir lo mismo de mí, yo estaba haciendo esto como un kamicaze, sabía que no tenia oportunidad de matar a mi antiguo amor, pero iba a luchar contra él hasta que la muerte me llevara a mí.

Xander y yo no volvimos a mencionar nada de lo ocurrido esa noche en la que los dos nos dejamos llevar por la lujuria. Mis palabras le habían dolido pero jamás me lo iba a reconocer. De solo recordarlo yo misma tenia una gran herida en el corazón, esos dos hombres eran a la vez todo para mi y nada. Maldito demonio, ¿por qué no paraba de sentir sus manos sobre mi piel cada vez que me recostaba sobre la cama?. No era capaz de quitarme su olor de mi garganta, podía saborear sus besos como si acabara de dármelos, no parecían haber pasado tantos meses...¿Por qué estaba desaprovechando mi corta vida? ¿Por qué no podía aprovechar mis pocos días de existencia para disfrutar del sexo?, eso que me había negado tanto tiempo y que había resultado ser tan magnifico que no se podía comparar con ningún otro placer terrenal.
El fin de mis días estaba cada vez más próximo, mi ejercito estaba cada vez más preparado y mi miedo iba en aumento con cada día que pasaba. No temía por mi, temía por esos hombres y mujeres que iban a luchar a mi lado, esos niños que se quedarían desprotegidos si nosotros fallábamos…
  • ¿Qué te ocurre? – me preguntó Xander mientras se sentaba a mi lado en el sofá.
  • Comienzo a sentir sobre la lengua el sabor férreo de la muerte – le dije sin pensar. Quise retirar las palabras según salieron de mi boca, pero hasta ese momento mis habilidades no tenían programado el poder retroceder en el tiempo.
  • Vaya… me lo vas a contar al fin – dijo frunciendo el ceño. Eso no me lo esperaba.
  • ¿Cómo? ¿Qué es lo que sabes?
  • Que te estas muriendo… ¿por qué has tardado tanto en decirlo? – me regañó furioso el demonio. No pude evitarlo y acaricié su rostro que inmediatamente se relajó sorprendido. No tardó mucho e reaccionar y de pronto sus labios estaban sobre los míos, ardientes, ansiosos y decadentes… nos dejamos llevar de nuevo por un tormento de reacciones, nuestras respiraciones se hacían pesadas mientras le empujaba y me sentaba a horcajadas sobre él.
La puerta se abrió de inmediato y Erik entró como una exhalación, se detuvo un poco al darse cuenta de la embarazosa situación, pero no titubeó.
  • Hay un jodido demonio muy poderoso parado al lado del escudo protector – expuso Erik bastante nervioso.
  • Eso es habitual estos días desde que saben de nuestra ubicación – dijo Xander agarrándome por la cintura y apartándome cuidadosamente para incorporarse.
  • Este es diferente… ha preguntado por Idris y parece ser de muy alto rango, dice que te conoció en la grieta – nada más decir eso mi corazón dio un vuelco y sin mediar palabra salí corriendo hacia donde comencé a sentir el sabor del mal.
Una extraña fuerza maligna me atraía como el agua a un sediento en el desierto. Noté como me palpitaban las marcas que tenia sobre la ceja y supe en ese momento que había dejado de pertenecer al bando de la luz, la certeza de ese hecho me inundó por completo mientras enfrentaba esos ojos demoníacos que no olvidaría jamás esos ojos que me arrebataron todo cuanto había amado.
  • ¿Qué es lo que quieres? - le pregunté acercándome peligrosamente a la salvaguarda.
  • Hacer un trato – dijo levantando la mano y alejando con un temible golpe de energía a todas las personas que estaba a mi alrededor incluso Xander que acababa de llegar no pudo hacer nada, de pronto fui engullida por su poder y me sacó fuera de la custodia de mi ejercito – sera solo un momento... no me gustaría que nadie escuchara nuestra conversación. Dicho eso se marchó hacia el bosque, esperando a que le siguiera. Cualquiera hubiese pensado que era una locura seguirlo hasta un sitio así fuera de la vista horrorizada de todos los humanos incluido en ese bote también a Xander que se debatía en salir o quedarse dentro. Le hice un gesto con la mano para que optara por la segunda opción. No había nada de lo que preocuparse, ese demonio era lo suficientemente poderoso como para casi traspasar la salvaguarda y estaba claro que si me quisiera muerta ya lo habría hecho.
  • Dime lo que tengas que decirme y marchate – le dije impaciente mientras trotaba a su lado.
  • Te propongo un trato... si dejas apartado esto de la batalla y simplemente entregas la mitad de los humanos a tu antiguo amante para que se puedan alimentar yo te le devolveré – dijo dejándome completamente clavada en el suelo.
  • ¿Cómo has dicho? - pregunté incrédula.
  • Si te olvidas de esto de la guerra yo te devolveré a Chistian tal y como era antes incluso sin ningún recuerdo desde el día en el que se transformó en lo que es ahora mismo. Os daré la inmortalidad a ambos – finiquitó el demonio – es una oferta muy tentadora, es una oferta inigualable.
  • No sé que decir... - me había quedado completamente muda, la oferta del demonio era realmente tentadora... - yo... creo que... bueno dame tiempo para pensarlo – dije sorprendiéndome a mí misma, mi cabeza decía que debía rechazarla ya, pero mi corazón... no tenia ni idea de lo que quería mi corazón.
  • Mañana a medio dia volveré y durante estas próximas horas hasta mi regreso te proporcionaré un incentivo. Chistian, puedes venir – ordenó el demonio mirando hacia un matojo de hierbajos.
Casi pego un grito al ver quien se dirigía directamente hacia mi, sus ojos eran del color girs de siempre... su expresión era confusa, pero seguía teniendo esa arrogancia tan característica suya. Sus ojos se agrandaron al verme y corrió hacia mi. Sin previo aviso me sujeto fuertemente el rostro y me beso los labios con fuerza... Era mi Chistian, gritó mi corazón desbocado. Mi nemésis se detuvo y reparó asombrado sobre las marcas de mi ceja.

  • ¿Qué ha pasado? - preguntó mirando con recelo al demonio.
  • Solo tienes hasta el medio día de mañana – le dijo el demonio, para mi sorpresa Chistian asintió conforme.
  • Si, señor... ya me ha explicado usted que si no vuelvo no podré volver a recordar como ahora – le dijo Chistian confundiéndome. Al parecer el demonio le había hecho pensar que no recordaba debido a algo, era por eso que tenia que mantener esa promesa de regresar.
  • No debes contarle nada, no debes dejar que le ocurra nada, pues en realidad, el que intente matarle, morirá en mis manos, que como bien sabes, pueden atravesar tu salvaguarda – me habló el demonio dentro de mi cabeza.


Te vas sin dejarme un comentario....

Te vigilo....


Mapa de visitas